Sermon clásico #6063: Extranjeros y peregrinos
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de divorciarse del mundo y declarar nuestro amor total solamente a Jesucristo y a Dios y a las cosas del espíritu. El mundo es todo aquello que se rehúsa a sujetar la voluntad al señorío de Jesucristo y es una substancia irredenta que no puede ser parte de nuestra vida. La persona que no ha sido redimida por Cristo es ciudadana del mundo. Es importante que nosotros sirvamos al Señor en el contexto de la familia de Dios y de una iglesia en particular, y creamos que allí donde Dios nos ha puesto, nos ha puesto para recibir vida, para prosperar, para crecer y para dar fruto, para gloria de su nombre.
El predicador habla sobre la importancia de tener un compromiso radical con Jesucristo y el Reino de Dios, y dejar atrás los intereses del mundo y la vanagloria. Dice que el mundo está lleno de crimen y destrucción porque el conducto de los cristianos está petrificado y lleno de substancias, y que necesitamos una iglesia comprometida y consagrada a los intereses del Reino de Dios. Habla sobre los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, y cómo estos no vienen del Padre sino del mundo. Finalmente, dice que no tenemos que renunciar nuestras responsabilidades, sino tener una perspectiva diferente y enfocarnos en el Reino de Dios en todo lo que hacemos.
El mensaje de la palabra del Señor es que tenemos que mirar al mundo con cierto desprecio y ser mejores que el mundo en nuestras acciones y responsabilidades, pero nuestro amor no está en esas cosas. Somos extranjeros y peregrinos en la tierra y nuestra ciudadanía es celestial. En Hebreos 11, se habla de hombres y mujeres de fe que vivieron con excelencia delante de Dios y anhelaban una patria celestial. Ojalá que en este día seamos ciudadanos de esa ciudad y nos veamos como extranjeros y peregrinos.Yo quiero hablar acerca de nuestra relación con el mundo, capítulo 4, y en mi Biblia yo tengo un encabezamiento dice, La amistad con el mundo, y el Apóstol Santiago retóricamente hace una pregunta, dice, y recuerden una cosa, él se está dirigiendo a cristianos, judíos conversos que ya conocen al Mesías, y está dirigiéndose a una congregación o a varias congregaciones bajo su apostolado y su ministerio, así esto es un mensaje para la iglesia, no es para los inconversos, así que no se me pongan demasiado cómodos. Esto para es usted y para mí en este día. Dice:
“… De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros, no es de vuestras pasiones las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis, matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y lucháis pero no tenéis lo que deseáis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal para gastar en vuestros deleites. Oh almas adúlteras no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios….”