Una comunidad de gente seria
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En este sermón el pastor habla acerca de la importancia de la doctrina bíblica y la necesidad de tener un balance entre las diferentes enseñanzas de la Biblia. También enfatiza la importancia de conocer la palabra de Dios y no depender solo de lo que predicadores dicen. El pastor menciona que la vida cristiana es un asunto tanto de fe como de obras, y que estas dos dimensiones deben estar en balance. Finalmente, el pastor cita el versículo de Ezequiel 33:11 que muestra el deseo de Dios de que todos los impíos se vuelvan de su camino y vivan.
Dios nunca va a obligar a nadie a convertirse, respeta el libre albedrío del ser humano. Él quiere que el impío se convierta y cambie su comportamiento, pero eso requiere una decisión de la voluntad y un cambio de comportamiento. Dios enfatiza la responsabilidad del individuo en su propia vida y decisiones. Si una persona se comporta mal después de conocer a Dios, pierde todo lo que había hecho bien antes. Pero si una persona se arrepiente sinceramente, Dios borra todos sus pecados y comienza una nueva hoja en blanco. Dios respeta la libertad del hombre y le da la oportunidad de elegir su destino, pero también quiere que la gente se arrepienta y cambie su comportamiento.
El Evangelio es serio y complejo. La Biblia habla de restitución y de no dar lugar al diablo. Si pecamos voluntariamente después de conocer la verdad, ya no hay más sacrificios por los pecados y solo nos espera castigo. Debemos ir hacia la madurez en nuestra vida cristiana y comportarnos de manera digna de Dios. Si nos apartamos de los caminos del Señor, todo lo que hemos hecho antes ya no nos sirve para nada.
El pasaje de Hebreos 6:4-12 nos recuerda la seriedad de la vida cristiana y cómo debemos tener cuidado de no apartarnos de los caminos del Señor. Si nos comportamos de manera indigna de Dios, todo lo que hemos hecho en el pasado ya no sirve para nada. A pesar de esto, confiamos en que Dios nos ayudará a mantenernos en su camino y a mostrar una vida recta delante de Él. Dios no es injusto para olvidar nuestras obras y el trabajo de amor que hemos mostrado hacia su nombre, pero debemos mantener esa misma solicitud hasta el fin para tener plena certeza de la esperanza. No debemos hacernos perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a ser personas íntegras y serias en nuestra vida cristiana.En el libro de Ezequiel, el domingo antepasado iniciamos un Capítulo, más bien un tema, que se me quedaron una cantidad de cosas en el tintero, que quiero retomar en esta mañana. El Señor ha puesto en mi corazón compartir con ustedes una serie de sermones y yo he estado buscando un título para ello y se me ocurrió la idea de “Sermones ortodoxos” o llamarlos también “sermones doctrinales”.
Por qué digo la palabra sermones ‘ortodoxos’, porque la ortodoxia quiere decir la doctrina legítima de la iglesia, la doctrina histórica de la iglesia, la doctrina bíblica que se conforma a la palabra. Lo contrario de ortodoxia es herejía. Herejía quiere decir evidentemente lo que es contrario a la palabra de Dios, lo que se aparta de la sana doctrina. Ortodoxia, por otro lado, es eso, es enseñanza recta, enseñanza correcta.