Despegate del mundo, pegate a Dios
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En esta enseñanza, el pastor habla sobre la importancia de entender que las pruebas y dificultades en la vida no son un indicio de la indiferencia o ira de Dios, sino que Él las usa para perfeccionarnos y hacernos más como Cristo. También destaca la importancia de recordar que Dios está con nosotros y por nosotros, lo cual requiere una reprogramación de nuestro cerebro y una alimentación constante de fe. Por último, enfatiza la idea de despegarnos del mundo y de las opiniones de los demás para encontrar nuestra valía en Dios.
En la vida cristiana, es importante aprender a despegarse del mundo y de las personas, y depender cada vez más de los principios de la Palabra de Dios. Uno debe depender menos de las emociones, temores y experiencias pasadas, y moverse por fe en lo que Dios ha declarado. También es importante vivir en la verdad, y cultivar un rechazo interno del mundo y sus mentiras. Uno debe ver la vida a través de los lentes divinos, de la perspectiva eterna de Dios, para que los sufrimientos y circunstancias de la vida tengan menos poder sobre uno. La capacidad de vivir despegado del mundo es una gran sabiduría, compartida por muchas religiones y filosofías.
El mundo está regido por la mentira de la rebeldía ante Dios y está destinado al fracaso. Por lo tanto, si nos apegamos a él, también estamos destinados al fracaso. Debemos desconectarnos del mundo y meternos en el arca divina, la Verdad de Dios, y vivir nuestras vidas según lo que Dios dice. Debemos confiar en el proceso y vivir nuestra vida conforme a principios sólidos de fe y espiritualidad. Debemos despegarnos del mundo y de la gente y pegarnos a Dios y a Su Palabra para ser felices, saludables y exitosos.Les invito a continuar meditando sobre el llamado de Dios a vivir vidas saludables, vidas sanas y a desarrollar en nosotros la capacidad para renovarnos precisamente, rejuvenecernos en medio de las pruebas, las dificultades de la vida, cómo superar pérdidas, tragedias, aflicciones, defectos físicos y emocionales, traumas del pasado, cómo usar todas esas cosas para inclusive ser gente más sabia, más profunda, más misericordiosa, más reflectiva de la gracia y el amor de Dios, y saber que las dificultades y las pruebas que nos vienen a la vida no son un indicio de Dios.
Para los hijos de Dios las pruebas, las pérdidas, los sufrimientos no son indicios de la indiferencia divina, no son indicios de la ira de Dios, no son indicios del castigo de Dios, son indicios mas bien del involucramiento misterioso de Dios en nuestras vidas porque a veces Dios usa herramientas extrañas para avanzar Sus propósitos en nosotros de llevarnos a ser más y más como Cristo Jesús.