Hubo murmuración...
Gregory Bishop(Audio: Español)
RESUMEN:
En el capítulo 6 de Hechos, se habla sobre el crecimiento de los discípulos y la necesidad de organización que surge con él. A pesar de que el crecimiento es una bendición, también presenta dolores de crecimiento, como problemas de coordinación y organización. En este caso, las viudas griegas estaban siendo descuidadas en la distribución diaria de comida debido a la falta de coordinación de los Apóstoles. Esto nos recuerda que cualquier proceso de crecimiento presenta situaciones difíciles que causan dolor a las personas. Sin embargo, también es importante perdonar y reconocer que estas situaciones son parte del proceso de crecimiento. En resumen, el crecimiento es una bendición, pero también presenta dolores de crecimiento que deben ser abordados y superados.
En Hechos 6, los Apóstoles se enfrentaron a un problema de descuido de las viudas en la iglesia. Los griegos se quejaron de que las hebreas estaban siendo atendidas mejor. Los Apóstoles no solo congregaron a la gente para hablar del problema, sino que también tomaron una decisión sabia y delegaron la responsabilidad en otros líderes para que pudieran seguir dedicándose a la oración y la predicación de la Palabra. Esto es un ejemplo de cómo la iglesia debe buscar soluciones ganar-ganar y cómo debe aprender a delegar responsabilidades para que todos puedan servir en sus posiciones con unción y excelencia. Además, es importante entender que la iglesia tiene una estructura de autoridad apostólica y que los líderes representan al pastor para sus miembros.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la autoridad apostólica en la iglesia y cómo esta autoridad fluye a través de diferentes niveles de liderazgo en la institución. Él se refiere a la iglesia primitiva y cómo ellos delegaron la autoridad a los líderes locales para solucionar problemas en lugar de depender directamente de los Apóstoles. El pastor anima a la congregación a aceptar la autoridad de sus líderes y a servir en sus ministerios con la unción apostólica que fluye a través de la iglesia. También anima a la congregación a perdonar y trabajar juntos para crecer como comunidad.Hechos, Capítulo 6, comienza diciendo: “…En aquellos días como crecía el número de los discípulos hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces, los 12 convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron, no es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas. Buscad pues, hermanos, entre vosotros a 7 varones de buen testimonio llenos del Espíritu Santo y de sabiduría a quienes encarguemos de este trabajo, y nosotros persistiremos en la oración en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócuro, a Nicanor, a Timón, a Pámernas, a Nicolás, Procerto de Antioquía, a los cuales presentaron ante los Apóstoles, quienes orando, les impusieron las manos y crecía la palabra del Señor y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe…”
Padre, en el nombre de Jesús te pido que sea tu palabra y tu espíritu hablándonos, Señor, gracias que tu poder se perfecciona en nuestra debilidad y yo te pido, Señor, que seas solamente el diamante de tu palabra que quede con nosotros el día de hoy. Nosotros, como Congregación León de Judá estamos delante de ti como Samuelito en la Biblia, diciendo, habla, Señor, tu siervo te escucha, en el nombre de Jesús. Amén.