Vivir con gozo - vivir con Jesús
Gregory Bishop
(Audio: Español)
RESUMEN: El apóstol Pablo estaba hablando de corazón a corazón con los filipenses en lo que él pensaba que eran tal vez sus últimos días de vida. Él quería que ellos supieran cómo podrían crecer en Cristo y mantenerse firmes en medio de las tentaciones. Pablo les advierte que se cuiden de los engaños que vienen, de aquellos que cambian el Evangelio y los llama perros, malos obreros, mutiladores del cuerpo. Él enfatiza la importancia de ser cristianos auténticos y genuinos en Dios, y para eso, debemos enamorarnos de Jesús y pegarnos a Él para que se nos pegue un poco de Él. El apóstol Pablo dice que todo lo demás es basura comparado con la excelencia de conocer a Cristo. Dios nos ha hecho para tener una relación personal con Él, y sólo Jesús puede llenar el vacío en nuestro corazón.
El verdadero deseo de todos los seres humanos es tener una relación personal con Jesús. Él es un juez justo y amoroso que se entregó en la cruz por nosotros. Debemos obsesionarnos con conocer a Cristo y ser adictos a Él. En la Biblia, vemos ejemplos de personas que se enamoraron locamente de Jesús y se enfocaron en una sola cosa: estar con Él. Debemos olvidar lo que queda atrás y enfocarnos en amar a Jesús más cada día. Algunos cristianos son secretos, pero debemos salir del clóset y vivir públicamente para Cristo, incluso si eso significa perder algo. Al ser bautizados, declaramos que seremos cristianos sin importar lo que suceda. Debemos enfocarnos en una sola cosa: Jesús.
El orador habla sobre la importancia de pensar en los cielos y soñar con la vida eterna con Cristo. Él dice que nuestra ciudadanía está en los cielos y que debemos identificarnos como ciudadanos del cielo antes que cualquier otra cosa. Habrá una nueva tierra y nuevos cuerpos glorificados, y tendremos intimidad con Cristo sin dolor ni sufrimiento. Debemos soñar con el banquete del Hijo de Dios y el poder de Dios nos transformará de adentro hacia afuera.
El verdadero deseo de todos los seres humanos es tener una relación personal con Jesús. Él es un juez justo y amoroso que se entregó en la cruz por nosotros. Debemos obsesionarnos con conocer a Cristo y ser adictos a Él. En la Biblia, vemos ejemplos de personas que se enamoraron locamente de Jesús y se enfocaron en una sola cosa: estar con Él. Debemos olvidar lo que queda atrás y enfocarnos en amar a Jesús más cada día. Algunos cristianos son secretos, pero debemos salir del clóset y vivir públicamente para Cristo, incluso si eso significa perder algo. Al ser bautizados, declaramos que seremos cristianos sin importar lo que suceda. Debemos enfocarnos en una sola cosa: Jesús.
El orador habla sobre la importancia de pensar en los cielos y soñar con la vida eterna con Cristo. Él dice que nuestra ciudadanía está en los cielos y que debemos identificarnos como ciudadanos del cielo antes que cualquier otra cosa. Habrá una nueva tierra y nuevos cuerpos glorificados, y tendremos intimidad con Cristo sin dolor ni sufrimiento. Debemos soñar con el banquete del Hijo de Dios y el poder de Dios nos transformará de adentro hacia afuera.
Filipenses 3 versículo 1: Esas palabras fueron escritas por el apóstol Pablo en lo que él pensaba que eran tal vez los últimos días de su vida. Sabemos de experiencia en nuestras vidas, que cuando alguien está preparándose para partir, uno quiere decir las cosas más importantes, quiere hablar con las personas más queridas, los mensajes más urgentes que tú tienes para ellos, y eso es lo que hizo el apóstol Pablo. El amaba a los filipenses, esta iglesia era una iglesia querida para él, y él quería que ellos supieran cómo ellos podían crecer en Cristo y mantenerse firmes en medio de las tentaciones que enfrentaban, así que yo quiero que leamos esas palabras, sabiendo que él estaba hablando de corazón a corazón.
Tú sabes esos momentos que tú estás hablando de corazón a corazón con un ser querido, esto es lo que leemos aquí. Filipenses capítulo 3, dice: "Por lo demás gozaos en el Señor, para mí no es molesto escribiros lo mismo, guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo, porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne, aunque yo tengo de qué confiar en la carne, circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Israel, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley, fariseo, en cuanto a celo perseguidor de la Iglesia, en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible, pero cuántas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo, y ciertamente aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo por basura para ganar a Cristo y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, si no la que es por la fé de Cristo, la justicia que es de Dios, a fin de conocerle y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos, no que lo haya alcanzado ya ni que ya sea perfecto, si no que prosigo por ver si logro asir aquéllo para lo cual también fui asido por Cristo Jesús."
Tú sabes esos momentos que tú estás hablando de corazón a corazón con un ser querido, esto es lo que leemos aquí. Filipenses capítulo 3, dice: "Por lo demás gozaos en el Señor, para mí no es molesto escribiros lo mismo, guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo, porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne, aunque yo tengo de qué confiar en la carne, circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Israel, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley, fariseo, en cuanto a celo perseguidor de la Iglesia, en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible, pero cuántas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo, y ciertamente aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo por basura para ganar a Cristo y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, si no la que es por la fé de Cristo, la justicia que es de Dios, a fin de conocerle y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos, no que lo haya alcanzado ya ni que ya sea perfecto, si no que prosigo por ver si logro asir aquéllo para lo cual también fui asido por Cristo Jesús."
