Agua de vida y agua de muerte
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El pasaje de Segundo de Reyes capítulo tres nos habla de la complejidad del carácter del rey Josafat, quien amaba a Dios, pero a veces se dejaba impresionar por los impíos y se metía en caminos que no eran aprobados por Dios. Estableció alianzas con reyes que habían abandonado la adoración al Dios verdadero y, en un momento dado, se unió a ellos para ir a la guerra contra el rey de Moab. A pesar de ser un hombre piadoso, cometió el error de casar a su hijo con la hija de Acab y Jezabel, lo que le trajo grandes pérdidas en su vida. El pasaje nos enseña la tensión que hay entre los cristianos y el mundo y la importancia de mantener una sana distancia para no dejar que el mundo coloree y determine nuestra forma de conducirnos. Debemos mantenernos separados del mundo, pero también mostrar una cara simpática del evangelio. En ocasiones, tendremos que decir al mundo que no podemos cooperar con ciertas prácticas que van en contra de nuestros principios. No debemos dejarnos intimidar por la campaña de intimidación que
En este pasaje de la Biblia, vemos a Josafat siendo invitado por Joram a participar en una campaña militar contra una nación enemiga. Josafat responde de una manera insegura al querer compararse con Joram. Esto nos enseña que como cristianos no debemos buscar la aprobación del mundo, sino mostrar la presencia de Dios en nuestra vida a través del fruto del Espíritu Santo y la santidad que conviene a la casa de Dios. Debemos tener cuidado de cómo nos involucramos en el mundo y pedirle a Dios sabiduría y discernimiento para saber cómo balancear nuestra relación con el mundo y mantener nuestra santidad. Es necesario estudiar la Palabra de Dios y orar para poder enfrentar los tiempos peligrosos en los que vivimos y ser una presencia sanadora en el mundo. En cuanto al pasaje en sí, hay una ambigüedad gramatical en cuanto a quién le preguntó a quién por el camino a seguir en la campaña militar, pero personalmente, el autor cree que fue Josafat quien le preguntó a Joram. Josafat también muestra su inseguridad en otra ocasión cuando se deja llevar por las sugerencias maléficas del rey Acab en otra campaña militar.
El sermón se centra en la historia del rey Josafat y cómo su error fue seguir la metodología del mundo en lugar de buscar la guía de Dios. El predicador enfatiza la importancia de buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas y no dejarnos influir por el mundo. También se destaca la misericordia de Dios y la importancia de tener una relación personal con Jesús. El sermón termina con una invitación a aquellos que aún no han entregado sus vidas a Jesús a hacerlo.
En este pasaje de la Biblia, vemos a Josafat siendo invitado por Joram a participar en una campaña militar contra una nación enemiga. Josafat responde de una manera insegura al querer compararse con Joram. Esto nos enseña que como cristianos no debemos buscar la aprobación del mundo, sino mostrar la presencia de Dios en nuestra vida a través del fruto del Espíritu Santo y la santidad que conviene a la casa de Dios. Debemos tener cuidado de cómo nos involucramos en el mundo y pedirle a Dios sabiduría y discernimiento para saber cómo balancear nuestra relación con el mundo y mantener nuestra santidad. Es necesario estudiar la Palabra de Dios y orar para poder enfrentar los tiempos peligrosos en los que vivimos y ser una presencia sanadora en el mundo. En cuanto al pasaje en sí, hay una ambigüedad gramatical en cuanto a quién le preguntó a quién por el camino a seguir en la campaña militar, pero personalmente, el autor cree que fue Josafat quien le preguntó a Joram. Josafat también muestra su inseguridad en otra ocasión cuando se deja llevar por las sugerencias maléficas del rey Acab en otra campaña militar.
El sermón se centra en la historia del rey Josafat y cómo su error fue seguir la metodología del mundo en lugar de buscar la guía de Dios. El predicador enfatiza la importancia de buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas y no dejarnos influir por el mundo. También se destaca la misericordia de Dios y la importancia de tener una relación personal con Jesús. El sermón termina con una invitación a aquellos que aún no han entregado sus vidas a Jesús a hacerlo.
Vamos a la palabra del Señor, hermanos. Segundo Libro de Reyes, Capítulo 3, Versículos 4 en adelante. Es un pasaje bastante largo pero voy a tratar de abreviar lo más posible la lectura y entonces entraré en el relato mismo para sacarle el provecho que Dios quiere que le saquemos en el tiempo que nos queda. Segunda de Reyes Capítulo 3. Vamos a comenzar con el versículo 4. Y yo quiero hablar acerca... yo he titulado este sermón 'Agua de vida y agua de muerte'.
Vamos a comenzar. Dice aquí,"Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel..." ¿Saben qué Israel estaba dividido? La nación judía se había dividido entre dos reinos: el reino del norte que se llamaba Israel al cual pertenecían diez tribus y el reino del sur Judá cuya capital era Jerusalén que era donde seguía la línea davídica. Los reyes que eran descendientes del Rey David y el Reino de Israel, el reino del norte, generalmente se distinguía por reyes muy, muy malos. Reyes paganos, reyes idolatras que se habían apartado de Dios completamente. En el reino de Judá había reyes buenos y reyes malos a veces y Josafat era un hombre de Dios, un rey piadoso, un hombre que amaba al Señor. Pero el rey de Israel era un hombre impío.
Vamos a comenzar. Dice aquí,"Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel..." ¿Saben qué Israel estaba dividido? La nación judía se había dividido entre dos reinos: el reino del norte que se llamaba Israel al cual pertenecían diez tribus y el reino del sur Judá cuya capital era Jerusalén que era donde seguía la línea davídica. Los reyes que eran descendientes del Rey David y el Reino de Israel, el reino del norte, generalmente se distinguía por reyes muy, muy malos. Reyes paganos, reyes idolatras que se habían apartado de Dios completamente. En el reino de Judá había reyes buenos y reyes malos a veces y Josafat era un hombre de Dios, un rey piadoso, un hombre que amaba al Señor. Pero el rey de Israel era un hombre impío.
