Nueva Biblia Latinoamericana
Hizo también casas en los lugares altos, y nombró sacerdotes de entre el pueblo que no eran de los hijos de Leví. (1 Reyes 12:31)
Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día 15 del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al altar. Así hizo en Betel (Casa de Dios), ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido. (1 Reyes 12:32)
Entonces subió al altar que había hecho en Betel el día 15 del mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón. Instituyó una fiesta para los Israelitas y subió al altar para quemar incienso. (1 Reyes 12:33)
Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a Betel (Casa de Dios) por palabra del SEÑOR, cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso.
Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: "Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: 'A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos.'" (1 Reyes 13:2)
Aquel mismo día dio una señal, y dijo: "Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: 'El altar se romperá y las cenizas que están sobre él se derramarán.'" (1 Reyes 13:3)
Cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar y dijo: "¡Préndanlo!" Pero la mano que extendió contra él se le quedó rígida, de modo que no podía volverla hacia sí. (1 Reyes 13:4)

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1 Reyes 13:1 - Referencia Cruzada

Porque desde la salida del sol hasta su puesta, Mi nombre será grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá incienso a Mi nombre, y ofrenda pura de cereal; porque grande será Mi nombre entre las naciones," dice el SEÑOR de los ejércitos. (Malaquías 1:11)
Los Caldeos que atacan esta ciudad entrarán y prenderán fuego a la ciudad y la quemarán, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros dioses para provocarme a ira. (Jeremías 32:29)
Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día 15 del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al altar. Así hizo en Betel (Casa de Dios), ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido. (1 Reyes 12:32)
Porque así se me ordenó por palabra del SEÑOR, que me dijo: 'No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino que fuiste.'" (1 Reyes 13:9)
Porque ciertamente sucederá lo que él clamó por palabra del SEÑOR contra el altar en Betel y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria." (1 Reyes 13:32)
Los demás hechos de Salomón, los primeros y los postreros, ¿no están escritos en las palabras del profeta Natán y en la profecía de Ahías el Silonita, en las visiones del vidente Iddo acerca de Jeroboam, hijo de Nabat? (2 Crónicas 9:29)
Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. (Apocalipsis 8:3)
Entonces dijo: "¿Qué monumento es éste que veo?" Y los hombres de la ciudad le dijeron: "Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel." (2 Reyes 23:17)
Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, en estos veintitrés años ha venido a mí la palabra del SEÑOR, y les he hablado repetidas veces, pero no han escuchado. (Jeremías 25:3)
Por lo cual les decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron (murieron). (1 Tesalonicenses 4:15)
Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo: (1 Reyes 12:22)
como recordatorio (memorial) para los Israelitas de que ningún laico (extraño), que no fuera descendiente de Aarón, debería acercarse a quemar incienso delante del SEÑOR, para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el SEÑOR se lo había dicho por medio de Moisés. (Números 16:40)
y se opusieron al rey Uzías, y le dijeron: "No le corresponde a usted, Uzías, quemar incienso al SEÑOR, sino a los sacerdotes, hijos de Aarón, que son consagrados para quemar incienso. Salga del santuario, porque usted ha sido infiel y no recibirá honra del SEÑOR Dios." (2 Crónicas 26:18)
El altar se rompió y las cenizas se derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por palabra del SEÑOR. (1 Reyes 13:5)
Y cierto hombre de los hijos de los profetas dijo a otro por palabra del SEÑOR: "Te ruego que me hieras." Pero el hombre se negó a herirlo. (1 Reyes 20:35)
Cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: "Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato del SEÑOR; por tanto el SEÑOR lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el SEÑOR le había hablado." (1 Reyes 13:26)
Entonces irán las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman incienso, pero ellos ciertamente no podrán salvarlos en la hora de su aflicción. (Jeremías 11:12)