Nueva Biblia Latinoamericana
Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.'" (Jeremías 24:10)
Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá (éste era el primer año de Nabucodonosor, rey de Babilonia), (Jeremías 25:1)
la cual el profeta Jeremías habló a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, diciéndoles: (Jeremías 25:2)
Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, en estos veintitrés años ha venido a mí la palabra del SEÑOR, y les he hablado repetidas veces, pero no han escuchado.
Y el SEÑOR les envió repetidas veces a todos Sus siervos los profetas, pero ustedes no escucharon ni pusieron atención. (Jeremías 25:4)
Ellos les decían: 'Vuélvase ahora cada uno de su camino y de la maldad de sus obras, y habitarán en la tierra que el SEÑOR les dio a ustedes y a sus padres para siempre. (Jeremías 25:5)
No vayan tras otros dioses para servirles y postrarse ante ellos, no Me provoquen a ira con la obra de sus manos, y no les haré ningún mal.' (Jeremías 25:6)

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Jeremías 25:3 - Referencia Cruzada

¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos! (Salmos 81:13)
Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba. (Marcus 1:35)
Y ahora, por cuanto han hecho todas estas obras," declara el SEÑOR, "y a pesar de que les hablé desde temprano y hablando sin cesar , no oyeron; los llamé, pero no respondieron. (Jeremías 7:13)
Porque ellos no han escuchado Mis palabras,' declara el SEÑOR, 'las que les envié repetidas veces por medio de Mis siervos los profetas; pero no escucharon,' declara el SEÑOR. (Jeremías 29:19)
El SEÑOR dijo a Moisés: "Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando salga del agua, dile: 'Así dice el SEÑOR: "Deja ir a Mi pueblo para que Me sirva. (Éxodo 8:20)
También les he enviado a todos Mis siervos los profetas, enviándolos repetidas veces, a decirles: 'Vuélvase ahora cada uno de su mal camino, enmienden sus obras y no vayan tras otros dioses para adorarlos, y habitarán en la tierra que les he dado, a ustedes y a sus padres; pero no me prestaron atención, ni Me escucharon. (Jeremías 35:15)
para que escuchen las palabras de Mis siervos los profetas que les he enviado repetidas veces, pero no los han escuchado, (Jeremías 26:5)
Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha (toda) paciencia e instrucción. (2 Timoteo 4:2)
En el año dieciocho de su reinado, cuando terminó de purificar el país y la casa (el templo), Josías envió a Safán, hijo de Azalía, y a Maasías, un oficial de la ciudad, y a Joa, hijo de Joacaz, escriba, para que repararan la casa (el templo) del SEÑOR su Dios. (2 Crónicas 34:8)
Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba. (Juan 8:2)
Porque bien advertí a sus padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto, y hasta hoy los he amonestado con insistencia, diciéndoles: "Escuchen Mi voz (Obedézcanme)." (Jeremías 11:7)
Con todo, les envié a todos Mis siervos los profetas repetidas veces, diciéndoles: "No hagan ahora esta cosa abominable que Yo aborrezco." (Jeremías 44:4)
a quien vino la palabra del SEÑOR en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado. (Jeremías 1:2)
Y el SEÑOR les envió repetidas veces a todos Sus siervos los profetas, pero ustedes no escucharon ni pusieron atención. (Jeremías 25:4)
Abraham se levantó muy de mañana, aparejó su asno y tomó con él a dos de sus criados y a su hijo Isaac. También partió leña para el holocausto, y se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho. (Génesis 22:3)
El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no son de Dios." (Juan 8:47)
¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, Y su salario en lo que no sacia? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, Y se deleitará su alma en la abundancia. (Isaías 55:2)
Porque en el octavo año de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, de las Aseras, de las imágenes talladas y de las imágenes fundidas. (2 Crónicas 34:3)
El rey de Israel dijo a sus siervos: "¿Saben que Ramot de Galaad nos pertenece, y no estamos haciendo nada para quitarla de mano del rey de Aram?" (1 Reyes 22:3)