Nueva Biblia Latinoamericana
Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: "Su siervo Ben Adad dice: 'Te ruego que me perdones la vida.'" Y él dijo: "¿Vive todavía? Es mi hermano." (1 Reyes 20:32)
Y los hombres tomaron esto como señal, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: "Tu hermano Ben Adad vive." Y él dijo: "Vayan y tráiganlo." Entonces Ben Adad salió a él, y él le hizo subir en el carro. (1 Reyes 20:33)
Y Ben Adad le dijo al rey: "Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, con este pacto te dejaré ir." Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir. (1 Reyes 20:34)
Y cierto hombre de los hijos de los profetas dijo a otro por palabra del SEÑOR: "Te ruego que me hieras." Pero el hombre se negó a herirlo.
Entonces le dijo: "Porque no has atendido a la voz del SEÑOR, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará." Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató. (1 Reyes 20:36)
Entonces halló a otro hombre y le dijo: "Te ruego que me hieras." Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo. (1 Reyes 20:37)
Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino; se había disfrazado con una venda sobre los ojos. (1 Reyes 20:38)

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1 Reyes 20:35 - Referencia Cruzada

Porque me vino un mandato por palabra del SEÑOR: 'No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste.'" (1 Reyes 13:17)
Entonces los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: "¿Sabes que hoy el SEÑOR va a quitarte a tu señor?" Y él dijo: "Sí, yo lo sé; cállense." (2 Reyes 2:3)
Y una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo, diciendo: "Su siervo, mi marido, ha muerto, y usted sabe que su siervo temía al SEÑOR; y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para esclavos suyos." (2 Reyes 4:1)
Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en la tierra. Estando sentados los hijos de los profetas delante de él, dijo a su criado: "Pon la olla grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas." (2 Reyes 4:38)
Un hombre de allí respondió: "¿Y quién es el padre de ellos?" Por lo cual esto se hizo proverbio: "¿Está Saúl también entre los profetas?" (1 Samuel 10:12)
Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a él , dijeron: "El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo." Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, (2 Reyes 2:15)
Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: "Si alguien quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y que Me siga. (Mateo 16:24)
Yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el Monte Sion. (Isaías 8:18)
Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a Betel (Casa de Dios) por palabra del SEÑOR, cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso. (1 Reyes 13:1)
Entonces Amós le respondió a Amasías: "Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de higueras. (Amós 7:14)
Entonces halló a otro hombre y le dijo: "Te ruego que me hieras." Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo. (1 Reyes 20:37)
Después toma una sartén de hierro y colócala como un muro de hierro entre ti y la ciudad, dirige tu rostro hacia ella y quedará bajo sitio: tú la sitiarás. Esta es una señal para la casa de Israel. (Ezequiel 4:3)
Así me ha dicho el SEÑOR: "Hazte coyundas y yugos y póntelos al cuello, (Jeremías 27:2)
En aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies." Así lo hizo Isaías, y anduvo desnudo y descalzo. (Isaías 20:2)