Nueva Biblia Latinoamericana
El profeta levantó el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Vino a la ciudad del anciano profeta para hacer duelo por él y enterrarlo. (1 Reyes 13:29)
Puso el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él, diciendo: "¡Ay, hermano mío!" (1 Reyes 13:30)
Y después de haberlo enterrado, dijo a sus hijos: "Cuando yo muera, entiérrenme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; pongan mis huesos junto a sus huesos. (1 Reyes 13:31)
Porque ciertamente sucederá lo que él clamó por palabra del SEÑOR contra el altar en Betel y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria."
Después de este hecho, Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a nombrar sacerdotes para los lugares altos de entre el pueblo; al que lo deseaba lo investía para que fuera sacerdote de los lugares altos. (1 Reyes 13:33)
Y esto fue motivo de pecado para la casa de Jeroboam, lo que hizo que fuera borrada y destruida de sobre la superficie de la tierra. (1 Reyes 13:34)
Por aquel tiempo Abías, hijo de Jeroboam, se enfermó. (1 Reyes 14:1)

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1 Reyes 13:32 - Referencia Cruzada

y las demás naciones que el grande y noble Asnapar deportó y estableció en la ciudad de Samaria, y en el resto de la provincia al otro lado del Río (Eufrates). Y ahora (Esdras 4:10)
Pero las tropas que Amasías había hecho volver para que no fueran con él a la batalla, saquearon las ciudades de Judá desde Samaria hasta Bet Horón, mataron a 3,000 de ellos y tomaron mucho botín. (2 Crónicas 25:13)
Hizo también casas en los lugares altos, y nombró sacerdotes de entre el pueblo que no eran de los hijos de Leví. (1 Reyes 12:31)
Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: "Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: 'A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos.'" (1 Reyes 13:2)
Al regresar, Josías vio los sepulcros que estaban allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y los quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas. (2 Reyes 23:16)
Y El tenía que pasar por Samaria. (Juan 4:4)
Destruiré sus lugares altos, derribaré sus altares de incienso y amontonaré sus cadáveres sobre los cadáveres de sus ídolos, pues Mi alma los aborrecerá. (Levítico 26:30)
Y compró a Semer el Monte Samaria por 68 kilos de plata; edificó sobre el monte, y a la ciudad que edificó puso por nombre Samaria, del nombre de Semer, dueño del monte. (1 Reyes 16:24)
Puso uno en Betel (Casa de Dios) y el otro lo puso en Dan. (1 Reyes 12:29)