Nueva Biblia Latinoamericana
El hace mis pies como de ciervas, Y me afirma en mis alturas. (2 Samuel 22:34)
El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce. (2 Samuel 22:35)
Tú me has dado también el escudo de Tu salvación, Y Tu ayuda me engrandece. (2 Samuel 22:36)
Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.
Perseguí a mis enemigos y los destruí, Y no me volví hasta acabarlos. (2 Samuel 22:38)
Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies. (2 Samuel 22:39)
Pues Tú me has ceñido con fuerzas para la batalla; Has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. (2 Samuel 22:40)

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2 Samuel 22:37 - Referencia Cruzada

El guarda los pies de Sus santos, Pero los malvados son acallados en tinieblas, Pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre. (1 Samuel 2:9)
Mis pasos se han mantenido firmes en Tus sendas. No han resbalado mis pies. (Salmos 17:5)
Para el director del coro; para instrumentos de cuerda. Salmo de David. Cuando clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia. En la angustia me has aliviado; Ten piedad de mí, escucha mi oración. (Salmos 4:1)
No permitirá que tu pie resbale; No se adormecerá el que te guarda. (Salmos 121:3)
Cuando andes, tus pasos no serán obstruidos, Y si corres, no tropezarás. (Proverbios 4:12)
Si digo: "Mi pie ha resbalado," Tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá. (Salmos 94:18)
Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. (Salmos 18:36)