Al llegar el rey David a Bahurim, entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo,
(2 Samuel 16:5)y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.
(2 Samuel 16:6)Así decía Simei mientras maldecía: "¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!
(2 Samuel 16:7)El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. Aquí estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario."
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: "¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza."
(2 Samuel 16:9)Pero el rey dijo: "¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: 'Maldice a David,' ¿quién, pues, le dirá: '¿Por qué has hecho esto?'"
(2 Samuel 16:10)Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: "Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho.
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2 Samuel 16:8 - Referencia Cruzada
Muchos dicen de mi: "Para él no hay salvación en Dios." (Selah)
(Salmos 3:2)para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.
(Jueces 9:24)Cuando David lo supo después, dijo: "Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner.
(2 Samuel 3:28)y trajeron la cabeza de Isboset a David en Hebrón, y dijeron al rey: "Esta es la cabeza de Isboset, hijo de su enemigo Saúl, el que buscaba su vida; de esta manera el SEÑOR hoy ha concedido venganza a mi señor el rey sobre Saúl y sus descendientes."
(2 Samuel 4:8)Cuando los habitantes, vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: "Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir."
(Hechos 28:4)pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen."
(Apocalipsis 16:6)Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos.
(Jueces 9:56)El SEÑOR hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque él atacó a dos hombres más justos y mejores que él y los mató a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.
(1 Reyes 2:32)Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiarán mi honra en deshonra? ¿Hasta cuándo amarán la vanidad y buscarán la mentira? (Selah)
(Salmos 4:2)Y David le dijo: "Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: 'Yo he matado al ungido del SEÑOR.'"
(2 Samuel 1:16)Entonces los entregó en manos de los Gabaonitas, que los ahorcaron en el monte delante del SEÑOR, de modo que los siete cayeron a la vez. Les dieron muerte en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la cosecha de la cebada.
(2 Samuel 21:9)