Nueva Biblia Latinoamericana
Y el rey dijo a Siba: "Mira, todo lo que pertenece a Mefiboset es tuyo." Y Siba dijo: "Me inclino ante usted; que halle yo gracia ante sus ojos, oh rey, mi señor." (2 Samuel 16:4)
Al llegar el rey David a Bahurim, entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo, (2 Samuel 16:5)
y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. (2 Samuel 16:6)
Así decía Simei mientras maldecía: "¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!
El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. Aquí estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario." (2 Samuel 16:8)
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: "¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza." (2 Samuel 16:9)
Pero el rey dijo: "¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: 'Maldice a David,' ¿quién, pues, le dirá: '¿Por qué has hecho esto?'" (2 Samuel 16:10)

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2 Samuel 16:7 - Referencia Cruzada

Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: "Nabot ha blasfemado a Dios y al rey." Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió. (1 Reyes 21:13)
Ahora pues, reflexione y mire lo que ha de hacer, porque el mal ya está determinado contra nuestro señor y contra toda su casa, y él es un hombre tan indigno que nadie puede hablarle." (1 Samuel 25:17)
Destruyes a los que hablan falsedad; El SEÑOR aborrece al hombre sanguinario y engañador. (Salmos 5:6)
Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación, Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia. (Salmos 51:14)
Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey que se diera muerte a Abner, hijo de Ner. (2 Samuel 3:37)
¿Por qué has despreciado la palabra del SEÑOR haciendo lo malo ante Sus ojos? Has matado a espada a Urías el Hitita, has tomado su mujer para que sea mujer tuya, y a él lo has matado con la espada de los Amonitas. (2 Samuel 12:9)
Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: 'Tú has blasfemado a Dios y al rey.' Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera." (1 Reyes 21:10)
han salido hombres indignos de en medio de ti y han seducido a los habitantes de su ciudad, diciendo: 'Vamos y sirvamos a otros dioses' (a quienes no has conocido), (Deuteronomio 13:13)
Pero los hijos de Elí eran hombres indignos; no conocían al SEÑOR (1 Samuel 2:12)
En la carta había escrito: "Pongan a Urías al frente de la batalla más reñida y retírense de él, para que sea herido y muera." (2 Samuel 11:15)