Nueva Biblia Latinoamericana
Pero una mujer arrojó una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec rompiéndole el cráneo. (Jueces 9:53)
Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: "Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: 'Una mujer lo mató.'" Y el muchacho lo traspasó, y murió. (Jueces 9:54)
Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual se fue para su casa. (Jueces 9:55)
Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos.
Dios también hizo volver sobre sus cabezas toda la maldad de los hombres de Siquem, y vino sobre ellos la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal. (Jueces 9:57)
Después de la muerte de Abimelec para salvar a Israel se levantó Tola, hijo de Puá, hijo de Dodo, varón de Isacar. Y habitó en Samir, en la región montañosa de Efraín. (Jueces 10:1)
Tola juzgó a Israel veintitrés años. Y murió y fue sepultado en Samir. (Jueces 10:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Jueces 9:56":

Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


Dr. Roberto Miranda
Guerra Espiritual (Parte 2)
Este artículo habla sobre la importancia de estar alerta y preparados en la guerra espiritual contra el enemigo, rodearnos de gente sabia y madura en el Espíritu Santo para recibir consejo y discernimiento en nuestras decisiones, y ser temerosos de Dios y obedientes a su voluntad. También se menciona la importancia de discernir cuándo es tiempo de perdonar y cuándo es tiempo de actuar con violencia, y se pide a la iglesia que declare la palabra de Dios en seriedad y rectitud.


Jueces 9:56 - Referencia Cruzada

No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (Gálatas 6:7)
Porque el que pide cuentas de la sangre derramada, se acuerda de ellos; No olvida el clamor de los afligidos. (Salmos 9:12)
El ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad, Y los destruirá en su maldad; El SEÑOR, nuestro Dios, los destruirá. (Salmos 94:23)
para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos. (Jueces 9:24)
Sobre los impíos hará llover carbones encendidos; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción de su copa. (Salmos 11:6)
Y la bestia fue apresada, junto con el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. (Apocalipsis 19:20)
¿No es la calamidad para el injusto, Y el infortunio para los que obran iniquidad? (Job 31:3)
Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá. (Mateo 7:2)
De sus propias iniquidades será presa el impío, Y en los lazos de su pecado quedará atrapado. (Proverbios 5:22)
El justo se alegrará cuando vea la venganza, Se lavará los pies en la sangre de los impíos; (Salmos 58:10)
Cuando los habitantes, vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: "Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir." (Hechos 28:4)