Nueva Biblia Latinoamericana
Pues, ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios, (Salmos 18:31)
El Dios que me ciñe de poder, Y ha hecho perfecto mi camino? (Salmos 18:32)
El hace mis pies como de ciervas, Y me afirma en mis alturas. (Salmos 18:33)
El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce.
Tú me has dado también el escudo de Tu salvación; Tu diestra me sostiene, Y Tu benevolencia me engrandece. (Salmos 18:35)
Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. (Salmos 18:36)
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; Y no me volví hasta acabarlos. (Salmos 18:37)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 18:34":

Milagros García Klibansky
Mi Dios es santo
Reflexión sobre la grandeza de Dios y su amor Santo en el Salmo 89 por Milagros García Klibansky.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es protector
Este artículo habla sobre cómo la protección sobrenatural de Dios está siempre presente en nuestras vidas y cómo debemos confiar en Él como nuestro refugio y protección en medio de la tormenta.


Nancy G. Marquez
Amparados bajo la sombra de Dios
Artículo sobre cómo encontrar refugio en Dios en momentos de dificultad, basado en el salmo 91:1 y la experiencia del salmista David. Escrito por Nancy G. Marquez.


Salmos 18:34 - Referencia Cruzada

Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, Que adiestra mis manos para la guerra, Y mis dedos para la batalla. (Salmos 144:1)
En aquel día quebraré el arco de Israel en el Valle de Jezreel." (Oseas 1:5)
Que hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra; Quiebra el arco, parte la lanza, Y quema los carros en el fuego. (Salmos 46:9)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Voy a quebrar el arco de Elam, Lo mejor de su fortaleza. (Jeremías 49:35)
Tú me has dado también el escudo de Tu salvación, Y Tu ayuda me engrandece. (2 Samuel 22:36)
Así dice el SEÑOR a Ciro, Su ungido, A quien he tomado por la diestra, Para someter ante él naciones, Y para desatar lomos de reyes, Para abrir ante él las puertas, Para que no queden cerradas las entradas: (Isaías 45:1)
Espíritu de justicia para el que se sienta en juicio, Y fuerza para los que rechazan el asalto en la puerta. (Isaías 28:6)