Nueva Biblia Latinoamericana
Y aconteció después de cuarenta días y cuarenta noches, que el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. (Deuteronomio 9:11)
Entonces el SEÑOR me dijo: 'Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición.' (Deuteronomio 9:12)
También el SEÑOR me habló y dijo: 'He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo terco. (Deuteronomio 9:13)
Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos.'
Y volví, y descendí del monte mientras el monte ardía en fuego, y las dos tablas del pacto estaban en mis dos manos. (Deuteronomio 9:15)
Y vi que en verdad ustedes habían pecado contra el SEÑOR su Dios. Se habían hecho un becerro de fundición; pronto se habían apartado del camino que el SEÑOR les había ordenado. (Deuteronomio 9:16)
Tomé las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de ustedes. (Deuteronomio 9:17)

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Deuteronomio 9:14 - Referencia Cruzada

Y el SEÑOR me dijo: "No ruegues por el bienestar de este pueblo. (Jeremías 14:11)
La memoria del justo es bendita, Pero el nombre del impío se pudrirá. (Proverbios 10:7)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "¿Hasta cuándo Me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en Mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? (Números 14:11)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Lucas 18:1)
Sea exterminada su posteridad, Su nombre sea borrado en la siguiente generación. (Salmos 109:13)
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso, (Isaías 62:6)
Has reprendido a las naciones, has destruido al impío, Has borrado su nombre para siempre. (Salmos 9:5)
y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: 'No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada.' (Lucas 11:7)
Entonces el SEÑOR me dijo: "Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante Mí, Mi corazón no estaría con este pueblo. Echalos de Mi presencia, y que se vayan. (Jeremías 15:1)
Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del Libro de la Vida, y reconoceré su nombre delante de Mi Padre y delante de Sus ángeles. (Apocalipsis 3:5)
Ahora pues, déjame, para que se encienda Mi ira contra ellos y los consuma. Pero de ti Yo haré una gran nación." (Éxodo 32:10)
Pero ahora, si es Tu voluntad, perdona su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito." (Éxodo 32:32)
Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. (Hechos 7:51)
El SEÑOR jamás querrá perdonarlo, sino que la ira del SEÑOR y Su celo arderán contra ese hombre, y toda maldición que está escrita en este libro caerá sobre él, y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo. (Deuteronomio 29:20)