Nueva Biblia Latinoamericana
En Ti me alegraré y me regocijaré; Cantaré alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo. (Salmos 9:2)
Cuando mis enemigos retroceden, Tropiezan y perecen delante de Ti. (Salmos 9:3)
Porque Tú has mantenido mi derecho y mi causa; Te sientas en el trono juzgando con justicia. (Salmos 9:4)
Has reprendido a las naciones, has destruido al impío, Has borrado su nombre para siempre.
El enemigo ha llegado a su fin en desolación eterna, Y Tú has destruido sus ciudades; Su recuerdo ha perecido con ellas. (Salmos 9:6)
Pero el SEÑOR permanece para siempre; Ha establecido Su trono para juicio, (Salmos 9:7)
Y juzgará al mundo con justicia; Con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos. (Salmos 9:8)

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Salmos 9:5 - Referencia Cruzada

Destruyes a los que hablan falsedad; El SEÑOR aborrece al hombre sanguinario y engañador. (Salmos 5:6)
Después de esto, David derrotó a los Filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los Filisteos. (2 Samuel 8:1)
De Su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones y las regirá con vara de hierro. El mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. (Apocalipsis 19:15)
Entonces dijo David al Filisteo: "Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. (1 Samuel 17:45)
Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; Me has guardado para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve. (2 Samuel 22:44)
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, los Amonitas mandaron a tomar a sueldo a los Arameos de Bet Rehob y a los Arameos de Soba, 20,000 soldados de a pie, y del rey de Maaca 1,000 hombres, y de Is Tob 12,000 hombres. (2 Samuel 10:6)
Y ustedes pisotearán a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de sus pies el día en que Yo actúe," dice el SEÑOR de los ejércitos. (Malaquías 4:3)
Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos.' (Deuteronomio 9:14)
Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén para atacar a los Jebuseos, los habitantes de la tierra. Los Jebuseos le dijeron a David: "Usted no entrará aquí; aun los ciegos y los cojos lo rechazarán"; pues pensaban: "David no puede entrar aquí." (2 Samuel 5:6)
Pídeme, y Te daré las naciones como herencia Tuya, Y como posesión Tuya los confines de la tierra. (Salmos 2:8)
¿Por qué han de decir las naciones: "¿Dónde está su Dios?" Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, La venganza por la sangre derramada de Tus siervos. (Salmos 79:10)
La memoria del justo es bendita, Pero el nombre del impío se pudrirá. (Proverbios 10:7)
Y expulsó a las naciones de delante de ellos; Las repartió con medida por herencia, E hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel. (Salmos 78:55)
La luz de los justos brilla alegremente, Pero la lámpara de los impíos se apaga. (Proverbios 13:9)
Entonces Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Así que Saúl tomó su espada y se echó sobre ella. (1 Samuel 31:4)
Viendo Ahitofel que no habían seguido su consejo, aparejó su asno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre. (2 Samuel 17:23)
De nuevo hubo guerra entre los Filisteos e Israel. Descendió David con sus siervos, y mientras peleaban contra los Filisteos, David se cansó. (2 Samuel 21:15)
¿Por qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? (Salmos 2:1)
Para ejecutar venganza en las naciones Y castigo en los pueblos; (Salmos 149:7)
Entonces David dijo a Abigail: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, (1 Samuel 25:32)