Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada.
(Levítico 22:10)Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo como propiedad suya, éste sí puede comer de ella, y también los nacidos en su casa podrán comer de su alimento.
(Levítico 22:11)Y si la hija del sacerdote se casa con un extraño, ella no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas.
(Levítico 22:12)Pero si la hija del sacerdote queda viuda o se divorcia, y no tiene hijo y regresa a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño comerá de él.
Y si un hombre come inadvertidamente cosa sagrada, entonces añadirá a ella una quinta parte y restituirá la cosa sagrada al sacerdote.
(Levítico 22:14)Los sacerdotes no profanarán las cosas sagradas que los Israelitas ofrecen al SEÑOR,
(Levítico 22:15)causándoles así sufrir castigo por la culpa al comer sus cosas sagradas; porque Yo soy el SEÑOR que los santifico.'"
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Levítico 22:13 - Referencia Cruzada
Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda pueden comerlos en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los Israelitas.
(Levítico 10:14)Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: "Quédate viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela"; pues pensaba: "Temo que él muera también como sus hermanos." Así que Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.
(Génesis 38:11)Esto también será para ti: la ofrenda de sus dádivas, todas las ofrendas mecidas de los Israelitas; las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comerla.
(Números 18:11)