Guardarán, pues, Mi ordenanza para que no se carguen de pecado por ello, y mueran porque la profanen. Yo soy el SEÑOR que los santifico.
(Levítico 22:9)Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada.
(Levítico 22:10)Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo como propiedad suya, éste sí puede comer de ella, y también los nacidos en su casa podrán comer de su alimento.
(Levítico 22:11)Y si la hija del sacerdote se casa con un extraño, ella no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas.
Pero si la hija del sacerdote queda viuda o se divorcia, y no tiene hijo y regresa a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño comerá de él.
(Levítico 22:13)Y si un hombre come inadvertidamente cosa sagrada, entonces añadirá a ella una quinta parte y restituirá la cosa sagrada al sacerdote.
(Levítico 22:14)Los sacerdotes no profanarán las cosas sagradas que los Israelitas ofrecen al SEÑOR,
(Levítico 22:15)Otras publicaciones relacionadas con "Levítico 22:12":
Levítico 22:12 - Referencia Cruzada
¿Quién guió al Espíritu del SEÑOR, O como consejero suyo Le enseñó?
(Isaías 40:13)o por su hermana virgen, que está cerca de él, por no haber tenido marido; por ella puede contaminarse.
(Levítico 21:3)