Nueva Biblia Latinoamericana
No comerá animal que muera o sea despedazado por fieras, contaminándose por ello; Yo soy el SEÑOR. (Levítico 22:8)
Guardarán, pues, Mi ordenanza para que no se carguen de pecado por ello, y mueran porque la profanen. Yo soy el SEÑOR que los santifico. (Levítico 22:9)
Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada. (Levítico 22:10)
Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo como propiedad suya, éste sí puede comer de ella, y también los nacidos en su casa podrán comer de su alimento.
Y si la hija del sacerdote se casa con un extraño, ella no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas. (Levítico 22:12)
Pero si la hija del sacerdote queda viuda o se divorcia, y no tiene hijo y regresa a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño comerá de él. (Levítico 22:13)
Y si un hombre come inadvertidamente cosa sagrada, entonces añadirá a ella una quinta parte y restituirá la cosa sagrada al sacerdote. (Levítico 22:14)

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Levítico 22:11 - Referencia Cruzada

Ciertamente ha de ser circuncidado el siervo nacido en tu casa o el comprado con tu dinero. Así estará Mi pacto en la carne de ustedes como pacto perpetuo. (Génesis 17:13)
Esto también será para ti: la ofrenda de sus dádivas, todas las ofrendas mecidas de los Israelitas; las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comerla. (Números 18:11)
Pero el siervo de todo hombre, comprado por dinero, después que lo circunciden, podrá entonces comer de ella. (Éxodo 12:44)