Nueva Biblia Latinoamericana
Y en esto sabemos que Lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos. (1 Juan 2:3)
El que dice: "Yo Lo he llegado a conocer," y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. (1 Juan 2:4)
Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en El. (1 Juan 2:5)
El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo.
Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. (1 Juan 2:7)
Por otra parte, les escribo un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en El y en ustedes, porque las tinieblas van pasando, y la Luz verdadera (Jesucristo) ya está alumbrando. (1 Juan 2:8)
El que dice que está en la Luz y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. (1 Juan 2:9)

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1 Juan 2:6 - Referencia Cruzada

Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan. (Juan 13:15)
Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. (1 Juan 1:6)
El que dice: "Yo Lo he llegado a conocer," y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. (1 Juan 2:4)
Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo. (1 Corintios 11:1)
La justicia irá delante de El Y pondrá por camino Sus pasos. (Salmos 85:13)
Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARAN DESCANSO PARA SUS ALMAS. (Mateo 11:29)
Todo el que permanece en El, no peca. Todo el que peca, ni Lo ha visto ni Lo ha conocido. (1 Juan 3:6)
Y ahora, hijos, permanezcan en El, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados en Su venida. (1 Juan 2:28)
Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. (Juan 15:4)
Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos, (1 Pedro 2:21)
y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. (Efesios 5:2)