Nueva Biblia Latinoamericana
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. (1 Juan 3:14)
Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. (1 Juan 3:15)
En esto conocemos el amor: en que El puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. (1 Juan 3:16)
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. (1 Juan 3:18)
En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El (1 Juan 3:19)
en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene. Porque Dios es mayor que nuestro corazón y El sabe todas las cosas. (1 Juan 3:20)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Juan 3:17":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Un amor hasta el fin
Artículo sobre el amor de Dios y cómo podemos experimentarlo a través de nuestra relación con Cristo.


Samuel Acevedo
Amarse unos a otros
El mensaje de esta noche se centra en la relación entre dar y el acceso al poder de Dios y la felicidad. El orador señala que las personas más felices y autorrealizadas que ha conocido también son las que mejor aman a los demás. Jesús nos ordena amarnos unos a otros como él nos ha amado. Si obedecemos este mandamiento, tendremos acceso al gozo del Señor en nuestras vidas. Al amar en nombre de Jesús, tenemos autoridad y unción para hacer su obra en el mundo.


1 Juan 3:17 - Referencia Cruzada

Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, (Santiago 2:15)
Así que creí necesario exhortar a los hermanos a que se adelantaran en ir a ustedes, y prepararan de antemano su generosa ofrenda (bendición), ya prometida, para que la misma estuviera lista como ofrenda generosa, y no como por codicia. (2 Corintios 9:5)
En el momento actual la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes, de modo que haya igualdad. (2 Corintios 8:14)
Si hay un menesteroso contigo, uno de tus hermanos, en cualquiera de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, (Deuteronomio 15:7)
Todo aquél que cree que Jesús es el Cristo (el Mesías), es nacido de Dios. Todo aquél que ama al Padre, ama al que ha nacido de El. (1 Juan 5:1)
Si alguien dice: "Yo amo a Dios," pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. (1 Juan 4:20)
Y no se olviden ustedes de hacer el bien y de la ayuda mutua (compartir), porque de tales sacrificios se agrada Dios. (Hebreos 13:16)
Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a ustedes se hizo pobre, para que por medio de Su pobreza ustedes llegaran a ser ricos. (2 Corintios 8:9)
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. (1 Timoteo 6:17)
Al que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominación. (Proverbios 28:9)
¿No es para que compartas tu pan con el hambriento, Y recibas en casa a los pobres sin hogar; Para que cuando veas al desnudo lo cubras, Y no te escondas de tu semejante? (Isaías 58:7)
El justo se preocupa de la vida de su ganado, Pero las entrañas de los impíos son crueles. (Proverbios 12:10)
Juan les respondía: "El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo." (Lucas 3:11)
El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, Y El lo recompensará por su buena obra. (Proverbios 19:17)