(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?)
(1 Timoteo 3:5)
No debe ser un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo.
(1 Timoteo 3:6)
Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia , para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.
(1 Timoteo 3:7)
De la misma manera, también los diáconos deben ser dignos, de una sola palabra, no dados al mucho vino, ni amantes de ganancias deshonestas,
sino guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.
(1 Timoteo 3:9)
Que también éstos sean sometidos a prueba primero, y si son irreprensibles, que entonces sirvan como diáconos.
(1 Timoteo 3:10)
De igual manera, las mujeres (diaconisas) deben ser dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
(1 Timoteo 3:11)
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1 Timoteo 3:8 - Referencia Cruzada
SEPULCRO ABIERTO ES SU GARGANTA, ENGAÑAN DE CONTINUO CON SU LENGUA. VENENO DE SERPIENTES HAY BAJO SUS LABIOS;
(Romanos 3:13)
De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
(Santiago 3:10)
pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo;
(1 Pedro 5:2)
Ya no bebas agua sola, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
(1 Timoteo 5:23)
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino. Que enseñen lo bueno,
(Tito 2:3)
Tu lengua trama destrucción Como afilada navaja, oh artífice de engaño.
(Salmos 52:2)
Ningún sacerdote beberá vino cuando entre al atrio interior.
(Ezequiel 44:21)
Porque el obispo (supervisor) debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas.
(Tito 1:7)
Falsedad habla cada uno a su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
(Salmos 12:2)
Das rienda suelta a tu boca para el mal, Y tu lengua trama engaño.
(Salmos 50:19)
Que los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus propias casas.
(1 Timoteo 3:12)
Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos (supervisores) y diáconos:
(Filipenses 1:1)
Porque no hay sinceridad en lo que dicen; Destrucción son sus entrañas, Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua hablan lisonjas.
(Salmos 5:9)
Por tanto, hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.
(Hechos 6:3)
Ustedes no beberán vino ni licor, ni tú ni tus hijos contigo, cuando entren en la tienda de reunión, para que no mueran. Es un estatuto perpetuo por todas sus generaciones,
(Levítico 10:9)
no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso.
(1 Timoteo 3:3)