Nueva Biblia Latinoamericana
Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. (Filipenses 2:26)
Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir. Pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza. (Filipenses 2:27)
Así que lo he enviado con mayor solicitud, para que al verlo de nuevo, se regocijen y yo esté más tranquilo en cuanto a ustedes. (Filipenses 2:28)
Recíbanlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tengan en alta estima a los que son como él.
Porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en el servicio de ustedes hacia mí. (Filipenses 2:30)
Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. A mí no me es molesto escribirles otra vez lo mismo, y para ustedes es motivo de seguridad. (Filipenses 3:1)
Cuídense de esos perros (de los Judaizantes), cuídense de los malos obreros, cuídense de la falsa circuncisión. (Filipenses 3:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Filipenses 2:29":

Dr. Roberto Miranda
Regocijaos en el Señor siempre
En este sermón, el predicador reflexiona sobre el pasaje de Filipenses 4:4-7 y destaca la importancia de mantener una actitud positiva y gentil en medio de las pruebas y tribulaciones, confiar en el Señor y echar nuestras cargas sobre Él a través de la oración.


Dr. Roberto Miranda
Cómo superar los dolores de la vida
Aprende cómo superar los dolores de la vida siguiendo el ejemplo del apóstol Pablo. A pesar de los padecimientos, mantuvo su fe y declaró la victoria en medio de las pruebas. Nunca pierdas la esperanza y la seguridad en Dios.


Filipenses 2:29 - Referencia Cruzada

Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, (Hechos 2:46)
¡Qué hermosos son sobre los montes Los pies del que trae buenas nuevas, Del que anuncia la paz, Del que trae las buenas nuevas de gozo, Del que anuncia la salvación, Y dice a Sion: "Tu Dios reina!" (Isaías 52:7)
El que los recibe a ustedes, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe al que Me envió. (Mateo 10:40)
Pero el ángel les dijo: "No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; (Lucas 2:10)
Y había gran regocijo en aquella ciudad. (Hechos 8:8)
En verdad les digo, que el que recibe al que Yo envíe, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me envió." (Juan 13:20)
En cuanto a los que no los reciban, al salir de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos." (Lucas 9:5)
Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas. No satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia. (3 Juan 1:10)
Porque ellos han recreado mi espíritu y el de ustedes. Por tanto, reconozcan a tales personas. (1 Corintios 16:18)
Aristarco, mi compañero de prisión, les envía saludos. También Marcos, el primo de Bernabé, (acerca del cual ustedes recibieron instrucciones. Si va a verlos, recíbanlo bien). (Colosenses 4:10)
Esta expresión: "Ascendió," ¿qué significa, sino que El también había descendido a las profundidades de la tierra? (Efesios 4:9)
Obedezcan a sus pastores (guías) y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes. (Hebreos 13:17)
¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: "¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!" (Romanos 10:15)
Pero les rogamos hermanos, que reconozcan (honren) a los que con diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen (amonestan), (1 Tesalonicenses 5:12)
para que la reciban en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayuden en cualquier asunto en que ella necesite de ustedes, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo. (Romanos 16:2)
Acéptennos (Hagan lugar para nosotros) en su corazón. A nadie hemos ofendido, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja. (2 Corintios 7:2)
Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquél a quien el Señor alaba. (2 Corintios 10:18)
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza. (1 Timoteo 5:17)
También nos honraron con muchas demostraciones de respeto, y cuando estábamos para salir, nos suplieron con todo lo necesario. (Hechos 28:10)
Si llega Timoteo, vean que esté entre ustedes sin temor, pues él hace la obra del Señor lo mismo que yo. (1 Corintios 16:10)