Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena intención.
(Filipenses 2:13)
Hagan todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones,
(Filipenses 2:14)
para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo,
(Filipenses 2:15)
sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano.
Pero aunque yo sea derramado como libación (ofrenda líquida) sobre el sacrificio y servicio de su fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos ustedes.
(Filipenses 2:17)
Y también ustedes, les ruego, regocíjense de la misma manera, y compartan su gozo conmigo.
(Filipenses 2:18)
Pero espero (confío) en el Señor Jesús enviarles pronto a Timoteo, a fin de que yo también sea alentado al saber de la condición de ustedes.
(Filipenses 2:19)
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Filipenses 2:16 - Referencia Cruzada
Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
(1 Pedro 1:23)
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida.
(1 Juan 1:1)
Simón Pedro Le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
(Juan 6:68)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)
El Espíritu y la esposa dicen: "Ven." Y el que oye, diga: "Ven." Y el que tiene sed, venga; y el que desee, que tome gratuitamente del agua de la vida.
(Apocalipsis 22:17)
Temo que quizá he trabajado en vano por ustedes.
(Gálatas 4:11)
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.
(2 Timoteo 2:15)
como también ustedes nos han entendido en parte que nosotros somos el motivo de su gloria, así como también ustedes la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús.
(2 Corintios 1:14)
Oh Dios, Tú me has enseñado desde mi juventud, Y hasta ahora he anunciado Tus maravillas.
(Salmos 71:17)
He proclamado buenas nuevas de justicia en la gran congregación; No refrenaré mis labios, Oh SEÑOR, Tú lo sabes.
(Salmos 40:9)
Les digo, que a todo el que Me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre lo confesará también ante los ángeles de Dios;
(Lucas 12:8)
para que su profunda satisfacción por mí abunde en Cristo Jesús a causa de mi visita otra vez a ustedes.
(Filipenses 1:26)
Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los Gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta reputación, para asegurarme de que no corría ni había corrido en vano.
(Gálatas 2:2)
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.
(Juan 6:63)
Por eso también yo, cuando ya no pude soportar más, envié a Timoteo para informarme (para saber) de su fe, por temor a que el tentador los hubiera tentado y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
(1 Tesalonicenses 3:5)
Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire,
(1 Corintios 9:26)
Pero, ¿qué dice? "CERCA DE TI ESTA LA PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZON," es decir, la palabra de fe que predicamos:
(Romanos 10:8)
Y Yo dije: "En vano he trabajado, En vanidad y en nada he gastado Mis fuerzas; Pero Mi derecho está en el SEÑOR, Y Mi recompensa con Mi Dios."
(Isaías 49:4)
Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre ustedes temen a Dios, a nosotros nos es enviada la palabra de esta salvación.
(Hechos 13:26)
Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo son ustedes en la presencia de nuestro Señor Jesús en Su venida?
(1 Tesalonicenses 2:19)
Lo que les digo en la oscuridad, háblenlo en la luz; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas.
(Mateo 10:27)