Nueva Biblia Latinoamericana
Ellos sólo oían decir: "El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica (anuncia) la fe que en un tiempo quería destruir." (Gálatas 1:23)
Y glorificaban a Dios por causa de mí. (Gálatas 1:24)
Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito. (Gálatas 2:1)
Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los Gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta reputación, para asegurarme de que no corría ni había corrido en vano.
Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era Griego. (Gálatas 2:3)
Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud, (Gálatas 2:4)
a los cuales ni por un momento cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con ustedes. (Gálatas 2:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Gálatas 2:2":

Dr. Roberto Miranda
La estrategia evangelística de Pablo
Un análisis del primer sermón evangelístico de Pablo en Hechos 13 y la importancia de presentar a Jesús como la culminación de la historia y usar la propia vida y cultura para compartir el Evangelio.


Charles Spurgeon
Tú serás Mi testigo, dice Jehová
Artículo sobre la importancia de dar testimonio de nuestra fe en Cristo y cumplir con el mandato divino.


Gálatas 2:2 - Referencia Cruzada

Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: "No temas, sigue hablando y no calles; (Hechos 18:9)
Al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo (Santiago), Pedro (Cefas) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los Gentiles y ellos a los de la circuncisión. (Gálatas 2:9)
Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado. (1 Corintios 2:2)
Recíbanlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tengan en alta estima a los que son como él. (Filipenses 2:29)
Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales (los milagros) y prodigios que Dios había hecho entre los Gentiles por medio de ellos. (Hechos 15:12)
sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano. (Filipenses 2:16)
Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole: "Pasa a Macedonia y ayúdanos." (Hechos 16:9)
Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. (Mateo 10:16)
¿No saben que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corran de tal modo que ganen. (1 Corintios 9:24)
Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos. (Hechos 15:4)
Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, (1 Corintios 9:26)
A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: "Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma." (Hechos 23:11)
Por eso también yo, cuando ya no pude soportar más, envié a Timoteo para informarme (para saber) de su fe, por temor a que el tentador los hubiera tentado y que nuestro trabajo hubiera sido en vano. (1 Tesalonicenses 3:5)
Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron). (Gálatas 2:6)
Pero cierto Fariseo llamado Gamaliel, maestro de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Concilio (Sanedrín) y ordenó que sacaran fuera a los apóstoles por un momento. (Hechos 5:34)
Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumista dé mal olor; Un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor. (Eclesiastés 10:1)
revelar a Su Hijo en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, (Gálatas 1:16)
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles. (1 Corintios 1:23)