Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
(2 Corintios 10:4)
destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo,
(2 Corintios 10:5)
y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando la obediencia de ustedes sea completa.
(2 Corintios 10:6)
Ustedes ven las cosas según la apariencia exterior. Si alguien tiene confianza en sí mismo de que es de Cristo, considere esto dentro de sí otra vez: que así como él es de Cristo, también lo somos nosotros.
Pues aunque yo me gloríe más todavía respecto de nuestra autoridad, que el Señor nos dio para edificación y no para la destrucción de ustedes, no me avergonzaré,
(2 Corintios 10:8)
para que no parezca como que deseo asustarlos con mis cartas.
(2 Corintios 10:9)
Porque ellos dicen: "Sus cartas son severas (pesadas) y duras, pero la presencia física es poco impresionante, y la manera de hablar despreciable."
(2 Corintios 10:10)
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2 Corintios 10:7 - Referencia Cruzada
Pues ya que muchos se glorían según la carne, yo también me gloriaré.
(2 Corintios 11:18)
Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
(Gálatas 3:29)
Porque si alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o reciben un espíritu diferente, que no han recibido, o aceptan un evangelio distinto, que no han aceptado, bien lo toleran.
(2 Corintios 11:4)
a los cuales ni por un momento cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con ustedes.
(Gálatas 2:5)
Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.
(1 Juan 4:6)
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor?
(1 Corintios 9:1)
Y Jesús les dijo: "Ustedes son los que se justifican a sí mismos ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.
(Lucas 16:15)
Yo mismo, Pablo, les ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando estoy delante de ustedes, pero osado para con ustedes cuando estoy ausente,
(2 Corintios 10:1)
Si alguien piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que les escribo es mandamiento del Señor.
(1 Corintios 14:37)
Porque no es Judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne.
(Romanos 2:28)
y ustedes de Cristo, y Cristo de Dios.
(1 Corintios 3:23)
Pero el SEÑOR dijo a Samuel: "No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón."
(1 Samuel 16:7)
No nos recomendamos otra vez a ustedes, sino que les damos oportunidad de estar orgullosos de nosotros, para que tengan respuesta para los que se jactan en las apariencias y no en el corazón.
(2 Corintios 5:12)
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en Su venida.
(1 Corintios 15:23)
Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre.
(Gálatas 1:11)
¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio) yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, con frecuencia en peligros de muerte.
(2 Corintios 11:23)
Me he vuelto insensato; ustedes me obligaron a ello. Pues yo debiera haber sido elogiado por ustedes, porque en ningún sentido fui inferior a los más eminentes apóstoles, aunque nada soy.
(2 Corintios 12:11)
Me refiero a que cada uno de ustedes dice: "Yo soy de Pablo," otro: "yo de Apolos," otro: "yo de Cefas," y otro: "yo de Cristo."
(1 Corintios 1:12)
puesto que ustedes buscan una prueba del Cristo que habla en mí. El cual no es débil para con ustedes, sino poderoso en ustedes.
(2 Corintios 13:3)
Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues agrandan sus distintivos religiosos (filacterias) y alargan los adornos (flecos) de sus mantos .
(Mateo 23:5)
No juzguen por la apariencia, sino juzguen con juicio justo."
(Juan 7:24)