Nueva Biblia Latinoamericana
Para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado? (¿quién es suficiente?) (2 Corintios 2:16)
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios. (2 Corintios 2:17)
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso necesitamos, como algunos, cartas de recomendación para ustedes o de parte de ustedes? (2 Corintios 3:1)
Ustedes son nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres,
siendo manifiesto que son carta de Cristo redactada por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos. (2 Corintios 3:3)
Esta confianza tenemos hacia Dios por medio de Cristo. (2 Corintios 3:4)
No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios, (2 Corintios 3:5)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Corintios 3:2":

Gregory Bishop
Una vida que brilla
El libro de Efesios nos recuerda que debemos vivir como hijos de luz y evitar los pecados del mundo, buscando la voluntad del Señor y cultivando una mentalidad espiritual. El pastor habla sobre la importancia de la adoración, la sumisión a los demás y andar en los pasos que Dios ha preparado para nosotros.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Vida plena - Comisionando al pueblo de Dios
Comisionando al pueblo de Dios: reflexión sobre la Comisión de Pablo a los cristianos de hoy en día según 2 Timoteo 4:2-5 para predicar la palabra a tiempo y fuera de tiempo, corregir y reprender cuando sea necesario, y perseverar en enseñar la verdad.


2 Corintios 3:2 - Referencia Cruzada

¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor? (1 Corintios 9:1)
No hablo para condenarlos, porque ya he dicho antes que ustedes están en nuestro corazón para morir juntos y para vivir juntos. (2 Corintios 7:3)
¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios lo sabe! (2 Corintios 11:11)
Es justo que yo sienta esto acerca de todos ustedes, porque los llevo en el corazón, pues tanto en mis prisiones (mis cadenas) como en la defensa y confirmación del evangelio, todos ustedes son participantes conmigo de la gracia. (Filipenses 1:7)
Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima. (1 Corintios 3:10)
Y yo con mucho gusto gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré por sus almas. Si los amo más, ¿seré amado menos? (2 Corintios 12:15)
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, porque por todo el mundo (se da a conocer) se habla de su fe. (Romanos 1:8)
Porque saliendo de ustedes, la palabra del Señor se ha escuchado, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también por todas partes la fe de ustedes en Dios se ha divulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. (1 Tesalonicenses 1:8)