Nueva Biblia Latinoamericana
Por tanto, hermanos míos, anhelen el profetizar, y no prohíban hablar en lenguas. (1 Corintios 14:39)
Pero que todo se haga decentemente y con orden. (1 Corintios 14:40)
Ahora les hago saber, hermanos, el evangelio que les prediqué (anuncié), el cual también ustedes recibieron, en el cual también están firmes, (1 Corintios 15:1)
por el cual también son salvos, si retienen la palabra que les prediqué (anuncié), a no ser que hayan creído en vano.
Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo (el Mesías) murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; (1 Corintios 15:3)
que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; (1 Corintios 15:4)
que se apareció a Cefas (Pedro) y después a los doce. (1 Corintios 15:5)

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1 Corintios 15:2 - Referencia Cruzada

Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre; (Proverbios 6:20)
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. (Santiago 2:17)
Entonces ellos creyeron en Sus palabras, Y cantaron Su alabanza. (Salmos 106:12)
alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos. (Hechos 2:47)
y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes. (1 Corintios 15:14)
Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad. (Hebreos 3:14)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. (Hebreos 2:1)
Aférrate a la instrucción, no la sueltes; Guárdala, porque ella es tu vida. (Proverbios 4:13)
Esto El hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro (servidor). (Colosenses 1:23)
Pero Cristo (el Mesías) fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza. (Hebreos 3:6)
Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. (Santiago 2:26)
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del Judío primeramente y también del Griego. (Romanos 1:16)
Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. (1 Corintios 1:18)
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían. (Hechos 8:13)
Así que, hermanos, estén firmes y conserven (retengan) las doctrinas que les fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra. (2 Tesalonicenses 2:15)
Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; (Efesios 2:8)
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, Y tu corazón guarde mis mandamientos, (Proverbios 3:1)
Aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. (Lucas 8:13)
¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano! (Gálatas 3:4)
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios mediante la necedad de la predicación salvar a los que creen. (1 Corintios 1:21)
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en Su bondad. De lo contrario también tú serás cortado. (Romanos 11:22)
Y como colaboradores con El , también les exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios; (2 Corintios 6:1)
Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creyeron ustedes. (1 Corintios 15:11)
Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden. (2 Corintios 2:15)
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es Aquél que prometió. (Hebreos 10:23)
El nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, (2 Timoteo 1:9)
Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. (Hebreos 4:14)
Compra la verdad y no la vendas, Adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia. (Proverbios 23:23)
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? (Santiago 2:14)
Entonces Jesús decía a los Judíos que habían creído en El: "Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; (Juan 8:31)