por el cual también son salvos, si retienen la palabra que les prediqué (anuncié), a no ser que hayan creído en vano.
(1 Corintios 15:2)Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo (el Mesías) murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
(1 Corintios 15:3)que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
(1 Corintios 15:4)que se apareció a Cefas (Pedro) y después a los doce.
Luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen (murieron).
(1 Corintios 15:6)Después se apareció a Jacobo (Santiago), luego a todos los apóstoles.
(1 Corintios 15:7)Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
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1 Corintios 15:5 - Referencia Cruzada
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los Judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: "Paz a ustedes."
(Juan 20:19)no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos.
(Hechos 10:41)hasta el día en que fue recibido arriba en el cielo , después de que por el Espíritu Santo El había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.
(Hechos 1:2)que decían: "Es verdad que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón."
(Lucas 24:34)¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas (Pedro)?
(1 Corintios 9:5)Entonces lo trajo a Jesús. Jesús mirándolo, dijo: "Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas," que quiere decir Pedro (Piedra).
(Juan 1:42)ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
(1 Corintios 3:22)Me refiero a que cada uno de ustedes dice: "Yo soy de Pablo," otro: "yo de Apolos," otro: "yo de Cefas," y otro: "yo de Cristo."
(1 Corintios 1:12)Después Jesús se apareció a los once discípulos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que Lo habían visto resucitado.
(Marcus 16:14)