Nueva Biblia Latinoamericana
Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto. (Hechos 26:26)
Rey Agripa, ¿cree usted en los profetas? Yo sé que cree." (Hechos 26:27)
Entonces Agripa II le dijo a Pablo: "En poco tiempo me persuadirás a que me haga Cristiano." (Hechos 26:28)
Y Pablo contestó: " Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas."
El rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron, (Hechos 26:30)
y mientras se retiraban, hablaban entre sí, diciendo: "Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión." (Hechos 26:31)
Agripa II le dijo a Festo: "Este hombre podría haber sido puesto en libertad, si no hubiera apelado al César." (Hechos 26:32)

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Hechos 26:29 - Referencia Cruzada

Esa misma noche, cuando Herodes (Agripa I) estaba a punto de venir a buscarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. (Hechos 12:6)
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: "¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!" (2 Samuel 18:33)
Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo, (Romanos 9:1)
A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. (Colosenses 1:28)
Entonces el comandante llegó y lo arrestó, y ordenó que lo ataran con dos cadenas, y preguntaba quién era y qué había hecho. (Hechos 21:33)
Ya están saciados, ya se han hecho ricos, ya han llegado a reinar sin necesidad de nosotros. Ojalá hubieran llegado a reinar, para que nosotros reináramos también con ustedes. (1 Corintios 4:8)
Pero Moisés le dijo: "¿Tienes celos por causa mía? ¡Ojalá todo el pueblo del SEÑOR fuera profeta, que el SEÑOR pusiera Su Espíritu sobre ellos!" (Números 11:29)
Pero el testimonio que Yo recibo no es de hombre; pero digo esto para que ustedes sean salvos. (Juan 5:34)
Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, (Lucas 19:41)
por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamar lo hable sin temor, como debo hablar. (Efesios 6:20)
Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para su salvación. (Romanos 10:1)
Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: "Hay un hombre que Félix dejó preso, (Hechos 25:14)
Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, unos de una manera y otros de otra. (1 Corintios 7:7)
Los Israelitas les decían: "Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos. Pues nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud." (Éxodo 16:3)
Y ella dijo a su señora: "¡Ah, si mi señor estuviera con el profeta que está en Samaria! El entonces lo curaría de su lepra." (2 Reyes 5:3)
Pero si no escuchan esto, Mi alma sollozará en secreto por tal orgullo; Mis ojos llorarán amargamente Y se llenarán de lágrimas, Porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR. (Jeremías 13:17)
Ojalá que me soportaran un poco de insensatez, y en verdad me soportan. (2 Corintios 11:1)