Nueva Biblia Latinoamericana
Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor. (Hechos 22:6)
Caí al suelo y oí una voz que me decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?' (Hechos 22:7)
Y respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y El me dijo: 'Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.' (Hechos 22:8)
Los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz de Aquél que me hablaba.
Y yo dije: '¿Qué debo hacer, Señor?' Y el Señor me dijo: 'Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.' (Hechos 22:10)
Pero como yo no veía por causa del resplandor (de la gloria) de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco. (Hechos 22:11)
Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la Ley, y de quien daban buen testimonio todos los Judíos que vivían allí, (Hechos 22:12)

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Hechos 22:9 - Referencia Cruzada

al mediodía, oh rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía alrededor mío y de los que viajaban conmigo. (Hechos 26:13)
Por eso la multitud que estaba allí y oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían: "Un ángel Le ha hablado." (Juan 12:29)
Y sólo yo, Daniel, vi la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10:7)
Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos (mudos), oyendo la voz, pero sin ver a nadie. (Hechos 9:7)