Nueva Biblia Latinoamericana
Y respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y El me dijo: 'Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.' (Hechos 22:8)
Los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz de Aquél que me hablaba. (Hechos 22:9)
Y yo dije: '¿Qué debo hacer, Señor?' Y el Señor me dijo: 'Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.' (Hechos 22:10)
Pero como yo no veía por causa del resplandor (de la gloria) de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco.
Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la Ley, y de quien daban buen testimonio todos los Judíos que vivían allí, (Hechos 22:12)
vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: 'Hermano Saulo, recibe la vista.' En ese mismo instante alcé los ojos y lo miré. (Hechos 22:13)
Y él dijo: 'El Dios de nuestros padres (antepasados) te ha designado para que conozcas Su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de Su boca. (Hechos 22:14)

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Hechos 22:11 - Referencia Cruzada

Ahora, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo." Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. (Hechos 13:11)
Conduciré a los ciegos por un camino que no conocen, Por sendas que no conocen los guiaré; Cambiaré delante de ellos las tinieblas en luz Y lo escabroso en llanura. Estas cosas haré, Y no las dejaré sin hacer . (Isaías 42:16)
Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco. (Hechos 9:8)