Nueva Biblia Latinoamericana
de lo cual pueden testificar el sumo sacerdote y todo el Concilio (Sanedrín) de los ancianos. De ellos recibí cartas para los hermanos (Judíos), y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos a Jerusalén también a los (creyentes) que estaban allá, para que fueran castigados. (Hechos 22:5)
Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor. (Hechos 22:6)
Caí al suelo y oí una voz que me decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?' (Hechos 22:7)
Y respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y El me dijo: 'Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.'
Los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz de Aquél que me hablaba. (Hechos 22:9)
Y yo dije: '¿Qué debo hacer, Señor?' Y el Señor me dijo: 'Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.' (Hechos 22:10)
Pero como yo no veía por causa del resplandor (de la gloria) de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco. (Hechos 22:11)

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Hechos 22:8 - Referencia Cruzada

El entonces les responderá: 'En verdad les digo que en cuanto ustedes no lo hicieron a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a Mí lo hicieron.' (Mateo 25:45)
El que los recibe a ustedes, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe al que Me envió. (Mateo 10:40)
porque le hemos oído decir que este Nazareno, Jesús, destruirá este lugar, y cambiará las tradiciones que Moisés nos dejó." (Hechos 6:14)
Por la mañana verán la gloria del SEÑOR, pues El ha oído sus murmuraciones contra el SEÑOR. ¿Qué somos nosotros para que ustedes murmuren contra nosotros?" (Éxodo 16:7)
El Rey les responderá: 'En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron.' (Mateo 25:40)
Después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma Hebreo: 'Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.' (Hechos 26:14)
Y el SEÑOR dijo a Samuel: "Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que Me han desechado a Mí para que Yo no sea rey sobre ellos. (1 Samuel 8:7)
Pero Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!" (Hechos 3:6)
Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret. (Hechos 26:9)
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. (1 Corintios 12:12)
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que los despojaron, porque el que los toca, toca la niña de Su ojo: (Zacarías 2:8)
sepan todos ustedes, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este hombre se halla aquí sano delante de ustedes. (Hechos 4:10)
Cuando llegó, vivió en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio de los profetas: "El será llamado Nazareno." (Mateo 2:23)
Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. (1 Corintios 12:26)