Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas. (Juan 20:10)

Pero María estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro; (Juan 20:11)

y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. (Juan 20:12)

Mujer, ¿por qué lloras?" le preguntaron. "Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde Lo han puesto," les contestó ella.

Al decir esto, se volvió y vio a Jesús que estaba allí, pero no sabía que era Jesús. (Juan 20:14)

Mujer, ¿por qué lloras?" le dijo Jesús. "¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, Le dijo: "Señor, si usted Lo ha llevado, dígame dónde Lo ha puesto, y yo me Lo llevaré." (Juan 20:15)

¡María!" le dijo Jesús. Ella, volviéndose, Le dijo en Hebreo: "¡Raboní!" (que quiere decir Maestro). (Juan 20:16)

Otras publicaciones relacionadas con "Juan 20:13":

Sintiendo el dolor como Jesús
Reflexión sobre cómo Jesús comprende el dolor humano y nos ofrece consuelo y vida eterna a través del arrepentimiento y el perdón.

Palabras de esperanza en medio de la crisis
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre la importancia de tener palabras de fe y esperanza en Dios en medio de la crisis, en lugar de entrar en un lenguaje negativo. También destaca el poder de las palabras y cómo éstas pueden influir en nuestra situación.

Juan 20:13 - Referencia Cruzada

Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: "¡Mujer, ahí está tu hijo!" (Juan 19:26)

Y El les dijo: "¿Qué discusiones (palabras) son estas que tienen entre ustedes mientras van andando?" Y ellos se detuvieron, con semblante triste. (Lucas 24:17)

Pero porque les he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado su corazón. (Juan 16:6)

La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo. (Juan 14:27)

Envía Tu luz y Tu verdad; que ellas me guíen, Que me lleven a Tu santo monte Y a Tus moradas. (Salmos 43:3)

Así dice el SEÑOR: "Reprime tu voz del llanto, Y tus ojos de las lágrimas; Hay pago para tu trabajo," declara el SEÑOR, "pues volverán de la tierra del enemigo. (Jeremías 31:16)

En verdad les digo, que llorarán y se lamentarán, pero el mundo se alegrará; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. (Juan 16:20)

Entonces Pablo respondió: "¿Qué hacen, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús." (Hechos 21:13)

Entonces corrió y fue adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde Lo han puesto." (Juan 20:2)

Y Jesús le dijo: "Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí? Todavía no ha llegado Mi hora." (Juan 2:4)

Entonces Elcana su marido le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?" (1 Samuel 1:8)

Tiempo de llorar, y tiempo de reír; Tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; (Eclesiastés 3:4)