Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; (Juan 19:33)
pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. (Juan 19:34)
Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que ustedes también crean. (Juan 19:35)
Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: "NO SERA QUEBRADO HUESO SUYO."
Y también otra Escritura dice: "MIRARAN A AQUEL QUE TRASPASARON." (Juan 19:37)
Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los Judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces José vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. (Juan 19:38)
Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de treinta y tres kilos. (Juan 19:39)

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Juan 19:36 - Referencia Cruzada

Por tanto, se dijeron unos a otros: "No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será;" para que se cumpliera la Escritura: "REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES." (Juan 19:24)
Se ha de comer cada cordero en una misma casa. No sacarán nada de la carne fuera de la casa, ni quebrarán ninguno de sus huesos. (Éxodo 12:46)
Dirán todos mis huesos: "SEÑOR, ¿quién como Tú, Que libras al afligido de aquél que es más fuerte que él, Sí, al afligido y al necesitado de aquél que lo despoja?" (Salmos 35:10)
Nada dejarán de ella hasta la mañana, ni quebrarán hueso de ella; conforme a todos los estatutos de la Pascua la celebrarán. (Números 9:12)
El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos es quebrantado. (Salmos 34:20)
Soy derramado como agua, Y todos mis huesos están descoyuntados; Mi corazón es como cera; Se derrite en medio de mis entrañas. (Salmos 22:14)
Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed." (Juan 19:28)
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta (Isaías), diciendo: (Mateo 1:22)