Jesús le respondió: "Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué Me pegas?"
(Juan 18:23)Anás entonces Lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
(Juan 18:24)Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le preguntaron: "¿No eres tú también uno de Sus discípulos?" "No lo soy," dijo Pedro, negándolo.
(Juan 18:25)Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquél a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: "¿No te vi yo en el huerto con El?"
Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
(Juan 18:27)Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio (residencia oficial del gobernador); era muy de mañana; y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
(Juan 18:28)Pilato, pues, salió afuera hacia ellos y dijo: "¿Qué acusación traen contra este hombre?"
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Juan 18:26 - Referencia Cruzada
Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre."
(Mateo 26:73)Pero Pedro lo negó otra vez. Poco después los que estaban allí volvieron a decirle: "Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres Galileo."
(Marcus 14:70)Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.
(Juan 18:10)Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: "Ciertamente éste también estaba con El, pues él también es Galileo."
(Lucas 22:59)Después de decir esto, Jesús salió con Sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto en el cual entró El con Sus discípulos.
(Juan 18:1)Los labios veraces permanecerán para siempre, Pero la lengua mentirosa, sólo por un momento.
(Proverbios 12:19)