Nueva Biblia Latinoamericana
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros; (Juan 11:18)
y muchos de los Judíos habían venido a la casa de Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano. (Juan 11:19)
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, Lo fue a recibir, pero María se quedó sentada en casa. (Juan 11:20)
Y Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios Te lo concederá." (Juan 11:22)
Tu hermano resucitará," le dijo Jesús. (Juan 11:23)
Marta Le contestó: "Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final." (Juan 11:24)

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Juan 11:21 - Referencia Cruzada

Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de la casa de Jairo, oficial de la sinagoga, diciendo: "Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro." (Lucas 8:49)
Pero algunos de ellos dijeron: "¿No podía Este, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?" (Juan 11:37)
Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: "No llores." (Lucas 7:13)
Hablaron contra Dios, Y dijeron: "¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto? (Salmos 78:19)
Tentaron a Dios una y otra vez, Y afligieron al Santo de Israel. (Salmos 78:41)
Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y Le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte. (Juan 4:47)
Y ella le dijo a Elías: "¿Qué tengo que ver contigo, oh hombre de Dios? ¡Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo!" (1 Reyes 17:18)
Mientras Jesús les decía estas cosas, vino un oficial de la sinagoga y se postró delante de El, diciendo: "Mi hija acaba de morir; pero ven y pon Tu mano sobre ella, y vivirá." (Mateo 9:18)
Al llegar María adonde estaba Jesús, cuando Lo vio, se arrojó a Sus pies, diciendo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Juan 11:32)
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: "Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; (Lucas 7:6)