Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo." Y se lo llevaron. (Juan 2:8)
El mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde era, pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían. Entonces el mayordomo llamó al novio, (Juan 2:9)
y le dijo: "Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno." (Juan 2:10)
Este principio de Sus señales (milagros) hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en El.
Después de esto Jesús bajó a Capernaúm con Su madre, Sus hermanos y Sus discípulos; pero no se quedaron allí muchos días. (Juan 2:12)
La Pascua de los Judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén. (Juan 2:13)
En el templo encontró a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero allí sentados. (Juan 2:14)

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Juan 2:11 - Referencia Cruzada

Cuenten Su gloria entre las naciones, Sus maravillas entre todos los pueblos. (Salmos 96:3)
Entonces será revelada la gloria del SEÑOR, Y toda carne (toda persona) a una la verá, Pues la boca del SEÑOR ha hablado." (Isaías 40:5)
Le dijeron entonces: "¿Qué, pues, haces Tú como señal (milagro) para que veamos y Te creamos? ¿Qué obra haces? (Juan 6:30)
Este vino a Jesús de noche y Le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales (los milagros) que Tú haces si Dios no está con él." (Juan 3:2)
La gente, entonces, al ver la señal (el milagro) que Jesús había hecho, decían: "Verdaderamente Este es el Profeta que había de venir al mundo." (Juan 6:14)
Cuando Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en Su nombre al ver las señales que hacía. (Juan 2:23)
Esto dijo Isaías porque vio Su gloria, y habló de El. (Juan 12:41)
Y muchas otras señales (milagros) hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro; (Juan 20:30)
Pero si todavía no creen estas dos señales, ni escuchan tu voz, entonces sacarás agua del Nilo y la derramarás sobre la tierra seca; y el agua que saques del Nilo se convertirá en sangre sobre la tierra seca." (Éxodo 4:9)
El SEÑOR dijo también a Moisés: "Dile a Aarón: 'Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre. Habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra.'" (Éxodo 7:19)
Porque todos los que son de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: "MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS." (Gálatas 3:10)
Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. (1 Juan 5:13)
Y una gran multitud Lo seguía, pues veían las señales (los milagros) que realizaba en los enfermos. (Juan 6:2)
Jesús le dijo: "¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'? (Juan 14:9)
para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que Lo envió. (Juan 5:23)
Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (Juan 14:13)
Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo (Jesús el Mesías). (Juan 1:17)
El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)
y dijeron: 'El SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado Su gloria y Su grandeza, y hemos oído Su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste aún vive. (Deuteronomio 5:24)
Si no escuchan, y si no deciden de corazón dar honor a Mi nombre," dice el SEÑOR de los ejércitos "enviaré sobre ustedes maldición, y maldeciré sus bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo han decidido de corazón. (Malaquías 2:2)
Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. (2 Corintios 3:18)
Pero aunque había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en El, (Juan 12:37)
Bendito sea Su glorioso nombre para siempre, Sea llena de Su gloria toda la tierra. Amén y amén. (Salmos 72:19)
Jesús les respondió: "En verdad les digo, que Me buscan, no porque hayan visto señales (milagros), sino porque han comido de los panes y se han saciado. (Juan 6:26)
y por causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean; pero vamos a donde está él." (Juan 11:15)
Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, (2 Corintios 4:17)
Vete, come tu pan con gozo, Y bebe tu vino con corazón alegre, Porque Dios ya ha aprobado tus obras. (Eclesiastés 9:7)
Entonces vino otra vez Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había allí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm. (Juan 4:46)
Jesús le contestó: "¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que éstas verás." (Juan 1:50)
Pues Dios, que dijo: "De las tinieblas resplandecerá la luz," es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo. (2 Corintios 4:6)