Nueva Biblia Latinoamericana
Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo." (Lucas 20:18)
Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. (Lucas 20:19)
Para sorprender a Jesús en alguna declaración, Lo acechaban, enviando espías que fingieran ser justos, y así Lo podrían entregar al poder y autoridad del gobernador. (Lucas 20:20)
Y Le preguntaron: "Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no Te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.
¿Nos es lícito pagar impuesto al César, o no?" (Lucas 20:22)
Pero Jesús, percibiendo su astucia, les dijo: (Lucas 20:23)
Traigan un denario (moneda Romana). ¿De quién es la imagen y la inscripción que lleva?" "Del César," contestaron. (Lucas 20:24)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 20:21":

Samuel Caraballo
Rindiendo nuestras agendas personales
Reflexión sobre la enseñanza de Jesús a los fariseos sobre dar al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.


Omar Soto
Cuando Dios te da una piedra
Reflexión sobre la importancia de prestar atención a las piedras en nuestro camino y buscar el mensaje que Dios tiene para nosotros.


Lucas 20:21 - Referencia Cruzada

Cuando ellos llegaron, Le dijeron: "Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial, y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no? (Marcus 12:14)
y dijeron al profeta Jeremías: "Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos, (Jeremías 42:2)
Entonces Pedro tomó la palabra, y dijo: "Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, (Hechos 10:34)
sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. (1 Tesalonicenses 2:4)
Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron). (Gálatas 2:6)
Enseguida se acercó a Jesús y dijo: "¡Salve, Rabí!" Y Lo besó. (Mateo 26:49)
Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10)
Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, Pero en su corazón había guerra; Más suaves que el aceite eran sus palabras, Sin embargo, eran espadas desnudas. (Salmos 55:21)
Falsedad habla cada uno a su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. (Salmos 12:2)
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios. (2 Corintios 2:17)
Ahora pues, que el temor del SEÑOR esté sobre ustedes. Tengan cuidado en lo que hacen, porque con el SEÑOR nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno." (2 Crónicas 19:7)
Este vino a Jesús de noche y Le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales (los milagros) que Tú haces si Dios no está con él." (Juan 3:2)
Que no hace acepción de príncipes, Ni considera al rico sobre el pobre, Ya que todos son obra de Sus manos? (Job 34:19)
Y los Fariseos enviaron algunos de sus discípulos junto con los partidarios de Herodes (Antipas), diciendo: "Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial. (Mateo 22:16)