Y habitó Josafat en Jerusalén, y volvió a salir por entre el pueblo, desde Beerseba hasta la región montañosa de Efraín, y los hizo volver al SEÑOR, Dios de sus padres.
(2 Crónicas 19:4)
Puso jueces en el país en todas las ciudades fortificadas de Judá, ciudad por ciudad,
(2 Crónicas 19:5)
y dijo a los jueces: "Miren lo que hacen, pues no juzgan en lugar de los hombres, sino en lugar del SEÑOR que está con ustedes cuando hacen justicia.
(2 Crónicas 19:6)
Ahora pues, que el temor del SEÑOR esté sobre ustedes. Tengan cuidado en lo que hacen, porque con el SEÑOR nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno."
También en Jerusalén Josafat puso algunos de los Levitas y de los sacerdotes y algunos de los jefes de las familias de Israel, para el juicio del SEÑOR y para juzgar querellas entre los habitantes de Jerusalén.
(2 Crónicas 19:8)
Y les ordenó: "Así harán en el temor del SEÑOR, con fidelidad y de todo corazón.
(2 Crónicas 19:9)
Cuando llegue a ustedes cualquier querella de sus hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y ordenanzas, ustedes los amonestarán para que no sean culpables delante del SEÑOR, y la ira no venga sobre ustedes ni sobre sus hermanos. Así harán y no serán culpables.
(2 Crónicas 19:10)
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2 Crónicas 19:7 - Referencia Cruzada
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y también el juez, una recompensa, El grande habla de lo que desea su alma, Y juntos lo traman.
(Miqueas 7:3)
Entonces Pedro tomó la palabra, y dijo: "Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas,
(Hechos 10:34)
El que anda en justicia y habla con sinceridad, El que rehúsa la ganancia injusta, Y se sacude las manos para que no retengan soborno; El que se tapa los oídos para no oír del derramamiento de sangre, Y cierra los ojos para no ver el mal.
(Isaías 33:15)
José les dijo al tercer día: "Hagan esto y vivirán, pues yo temo a Dios:
(Génesis 42:18)
Porque el SEÑOR su Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno.
(Deuteronomio 10:17)
¡La Roca! Su obra es perfecta, Porque todos Sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, Justo y recto es El.
(Deuteronomio 32:4)
Tus gobernantes son rebeldes Y compañeros de ladrones; Cada uno ama el soborno Y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, Ni llega a ellos la causa de la viuda.
(Isaías 1:23)
Y escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por cabezas del pueblo, como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez.
(Éxodo 18:25)
Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
(Nehemías 5:15)
Nombrarás jueces y oficiales en todas las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, según tus tribus, y ellos juzgarán al pueblo con justo juicio.
(Deuteronomio 16:18)
Y ustedes, amos, hagan lo mismo con sus siervos, y dejen las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y de ustedes está en los cielos, y que para El no hay acepción de personas.
(Efesios 6:9)
Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas.
(Colosenses 3:25)
Porque en Dios no hay acepción de personas.
(Romanos 2:11)
Que no hace acepción de príncipes, Ni considera al rico sobre el pobre, Ya que todos son obra de Sus manos?
(Job 34:19)
Y los Fariseos enviaron algunos de sus discípulos junto con los partidarios de Herodes (Antipas), diciendo: "Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial.
(Mateo 22:16)
No aceptarás soborno, porque el soborno ciega aun al de vista clara y pervierte las palabras del justo.
(Éxodo 23:8)
Y si invocan como Padre a Aquél que imparcialmente juzga según la obra de cada uno, condúzcanse con temor (reverencia) durante el tiempo de su peregrinación.
(1 Pedro 1:17)
Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron).
(Gálatas 2:6)
Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez.
(Éxodo 18:21)
Pero si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa Su ira? Hablo en términos humanos.
(Romanos 3:5)
¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!
(Romanos 9:14)
Lejos de Ti hacer tal cosa: matar al justo con el impío, de modo que el justo y el impío sean tratados de la misma manera. ¡Lejos de Ti! El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia?"
(Génesis 18:25)