Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto.
(Lucas 9:36)Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud Le salió al encuentro.
(Lucas 9:37)En ese momento un hombre de la multitud gritó: "Maestro, Te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo,
(Lucas 9:38)y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu hace que caiga con convulsiones, echando espumarajos; y cuando lo estropea, a duras penas se aparta de él.
Entonces rogué a Tus discípulos que echaran fuera ese espíritu, y no pudieron."
(Lucas 9:40)Jesús les respondió: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes y he de soportarlos? Trae acá a tu hijo."
(Lucas 9:41)Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
(Lucas 9:42)Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 9:39":
Lucas 9:39 - Referencia Cruzada
Tienen sobre ellos por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en Hebreo es Abadón (Destrucción), y en Griego se llama Apolión (Destructor).
(Apocalipsis 9:11)Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: "¡Está muerto!"
(Marcus 9:26)Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; a pesar de todo rompía las ataduras y era llevado por el demonio a los desiertos.
(Lucas 8:29)porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo.
(Marcus 5:4)Y lo llevaron ante El. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.
(Marcus 9:20)Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre. El fue un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
(Juan 8:44)Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.
(1 Pedro 5:8)Jesús entonces lo reprendió, diciendo: "¡Cállate y sal de él!" Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño.
(Lucas 4:35)