Una fe persistente (Mateo 15)
Dr. Roberto MirandaRESUMEN:
En Mateo 15:21-28, Jesús se encuentra con una mujer gentil que le pide ayuda para su hija que está siendo atormentada por un demonio. Jesús inicialmente parece ignorarla, pero la mujer persiste y Jesús finalmente la ayuda, diciéndole que su fe es grande. Esta historia muestra que la fe persistente tiene sus recompensas y que a veces la gente que menos esperamos puede tener una gran fe. La fe no tiene un límite de tiempo y puede dejar una herencia para los que vienen después.
La fe persistente es aquella que está cimentada en el corazón y deja una herencia completa. La historia de Moisés es un ejemplo de fe persistente, ya que él no llegó a la tierra prometida, pero dejó una herencia para los que venían detrás de él. A veces, aunque no veamos los resultados de nuestra fe, debemos persistir y enfocarnos en el Señor. La recompensa llegará, ya sea en nuestra vida o en la de aquellos a quienes amamos. En este pasaje, Jesús desafía a una mujer a que su fe crezca y nosotros también tenemos ese reto. Si queremos aceptar a Jesús como nuestro salvador o renovar nuestra fe, podemos hacerlo levantando la mano o yendo al frente para orar. Dios nos bendice y nos da un nuevo comienzo.Señor Jesús hemos llegado al momento de la mañana donde compartimos tu palabra, Señor yo me entusiasmo siempre que comparto esta palabra porque trae vida a la nuestra. La alabanza y la oración es importante, nos conecta a ti. Podemos adorarte a través de nuestras ofrendas también, pero ahora es el momento donde abrimos nuestros corazones y nuestras mentes para recibir tu palabra. Ayúdanos a tener un corazón enseñable que aunque sea una palabra que hayamos oído antes que podamos recibir algo nuevo de ella. Tu palabra es viva y eficaz y yo pido que esa vida llegue a la nuestra hoy. En el nombre de Jesús. Amen.
Quisiera que vayan conmigo al Libro de Mateo Capítulo 15. Yo voy a tratar de hacer esto bien rápido ya que quiero aprovechar bien el tiempo. Mateo Capítulo 15, verso 21. Yo entiendo que este es uno de los pasajes que es bien difícil de abundar en ellos ya que tiene ciertas confrontaciones que son bien difíciles de poder entender particularmente cuando envuelve a una mujer. Si nosotros leemos la historia se van a dar cuenta entonces de qué estoy hablando. Solamente voy a leer los versos del 21 al 28, pueden seguir la lectura. Mateo 15 del 21 al 28. Dice así la palabra del Señor: “... saliendo Jesús de allí se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región, clamaba diciéndole “Señor hijo de David, ten misericordia de mi, mi hija es gravemente atormentada por un demonio”, pero Jesús no le respondió palabra alguna, entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciendo: “despídela pues da voces tras nosotros”. El respondiéndole a ellos dijo: “No soy yo enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, entonces ella vino y se postró ante El diciendo “Señor, socórreme, ayúdame” respondiendo El dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los perrillos” y ella dijo “Si Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces respondiendo Jesús dijo “oh, mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”