Nueva Biblia Latinoamericana
Y al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: "Maestro, es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías." Pero Pedro no sabía lo que decía. (Lucas 9:33)
Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. (Lucas 9:34)
Y una voz salió de la nube, que decía: "Este es Mi Hijo, Mi Escogido; oigan a El." (Lucas 9:35)
Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto.
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud Le salió al encuentro. (Lucas 9:37)
En ese momento un hombre de la multitud gritó: "Maestro, Te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, (Lucas 9:38)
y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu hace que caiga con convulsiones, echando espumarajos; y cuando lo estropea, a duras penas se aparta de él. (Lucas 9:39)

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Lucas 9:36 - Referencia Cruzada

Cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. (Marcus 9:9)
Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados. (Marcus 9:6)
Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó: "No cuenten a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos." (Mateo 17:9)
Tiempo de rasgar, y tiempo de coser; Tiempo de callar, y tiempo de hablar; (Eclesiastés 3:7)