Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa."
(Lucas 6:49)Cuando terminó todas Sus palabras (todo Su discurso) al pueblo que Le oía, Jesús se fue a Capernaúm.
(Lucas 7:1)Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
(Lucas 7:2)Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.
Cuando ellos llegaron a Jesús, Le rogaron con insistencia, diciendo: "El centurión es digno de que le concedas esto;
(Lucas 7:4)porque él ama a nuestro pueblo (nuestra nación) y fue él quien nos edificó la sinagoga."
(Lucas 7:5)Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: "Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;
(Lucas 7:6)Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 7:3":
Lucas 7:3 - Referencia Cruzada
Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y Le suplicó:
(Mateo 8:5)te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones;
(Filemón 1:10)En ese momento un hombre de la multitud gritó: "Maestro, Te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo,
(Lucas 9:38)Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;
(Lucas 8:41)Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y Le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte.
(Juan 4:47)