Nueva Biblia Latinoamericana
Volviendo su vista hacia Sus discípulos, decía: "Bienaventurados ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. (Lucas 6:20)
Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. (Lucas 6:21)
Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. (Lucas 6:22)
Alégrense en ese día y salten de gozo, porque su recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo. (Lucas 6:24)
¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán. (Lucas 6:25)
¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes! Porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas. (Lucas 6:26)

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Lucas 6:23 - Referencia Cruzada

pues cuando Jezabel destruyó a los profetas del SEÑOR, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.) (1 Reyes 18:4)
Sucedió que cuando el arca del SEÑOR entraba a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, y lo despreció en su corazón. (2 Samuel 6:16)
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: "Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos." (1 Reyes 19:2)
Y él respondió: "He tenido mucho celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela." (1 Reyes 19:10)
Entonces él respondió: "He tenido mucho celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela." (1 Reyes 19:14)
Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla." Pero Josafat dijo: "No hable el rey así." (1 Reyes 22:8)
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquél que lo recibe."'" (Apocalipsis 2:17)
Pero fueron desobedientes y se rebelaron contra Ti, Echaron Tu ley a sus espaldas, Mataron a Tus profetas que los amonestaban (les testificaban) Para que se volvieran a Ti; Y cometieron grandes blasfemias. (Nehemías 9:26)
Al vencedor, al que guarda Mis obras hasta el fin, LE DARE AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES; (Apocalipsis 2:26)
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia (perseverancia); (Romanos 5:3)
Esta es una señal evidente del justo juicio de Dios, para que sean considerados dignos del reino de Dios, por el cual en verdad están sufriendo. (2 Tesalonicenses 1:5)
Antes bien, en la medida en que comparten los padecimientos de Cristo, regocíjense, para que también en la revelación de Su gloria se regocijen con gran alegría. (1 Pedro 4:13)
Los apóstoles, pues, salieron de la presencia del Concilio (Sanedrín), regocijándose de que hubieran sido considerados dignos de sufrir afrenta por Su Nombre. (Hechos 5:41)
Pues ustedes, hermanos, llegaron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, porque también ustedes padecieron los mismos sufrimientos a manos de sus propios compatriotas, tal como ellos padecieron a manos de los Judíos. (1 Tesalonicenses 2:14)
El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. (Apocalipsis 21:7)
y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. (Hechos 3:8)
Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del Libro de la Vida, y reconoceré su nombre delante de Mi Padre y delante de Sus ángeles. (Apocalipsis 3:5)
Pero ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban Sus palabras y se burlaban de Sus profetas, hasta que subió el furor del SEÑOR contra Su pueblo, y ya no hubo remedio. (2 Crónicas 36:16)
Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos. (Mateo 6:1)
Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. (Mateo 21:35)
En vano he herido a sus hijos, No han aceptado corrección. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas Como león destructor. (Jeremías 2:30)
Y Acab dijo a Elías: "¿Me has encontrado, enemigo mío?" Y él respondió: "Te he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del SEÑOR. (1 Reyes 21:20)
Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia. (Colosenses 1:24)
Entonces él dijo: "Así me haga Dios, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, se mantiene sobre sus hombros hoy." (2 Reyes 6:31)
Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. (Hechos 7:51)
El cojo entonces saltará como un ciervo, Y la lengua del mudo gritará de júbilo, Porque aguas brotarán en el desierto Y arroyos en el Arabá. (Isaías 35:6)
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:10)
Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo (el Mesías) que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. (Hebreos 11:26)
Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12)
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios."'" (Apocalipsis 2:7)
y dile: 'Así dice el rey: "Echen a éste a la cárcel, y aliméntenlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz."'" (1 Reyes 22:27)
Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos. (Lucas 6:35)
Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. (Mateo 23:31)
Si perseveramos, también reinaremos con El; Si Lo negamos, El también nos negará; (2 Timoteo 2:12)
No temas lo que estás por sufrir. Yo te digo que el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2:10)
Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes. (Mateo 5:12)
Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas (tentaciones), (Santiago 1:2)
Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, (Lucas 1:41)
Porque apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. (Lucas 1:44)
dijo con voz fuerte: "Levántate derecho sobre tus pies." Y él dio un salto y comenzó a andar. (Hechos 14:10)
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. (2 Timoteo 4:7)
Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que recompensa a los que Lo buscan. (Hebreos 11:6)
¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas; (Hebreos 11:32)