Nueva Biblia Latinoamericana
Pues bien, todos los Judíos conocen mi vida desde mi juventud, que desde el principio transcurrió entre los de mi pueblo (mi nación) y en Jerusalén; (Hechos 26:4)
puesto que ellos han sabido de mí desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que viví como Fariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión. (Hechos 26:5)
Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres: (Hechos 26:6)
que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente a Dios noche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los Judíos.
¿Por qué se considera increíble entre ustedes que Dios resucite a los muertos? (Hechos 26:8)
Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret. (Hechos 26:9)
Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto. (Hechos 26:10)

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Hechos 26:7 - Referencia Cruzada

Y para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron 100 novillos, 200 carneros, 400 corderos, y como ofrenda por el pecado por todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel. (Esdras 6:17)
Santiago (Jacobo), siervo de Dios y del Señor Jesucristo: A las doce tribus que están en la dispersión: Saludos. (Santiago 1:1)
que coman y beban a Mi mesa en Mi reino; y se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. (Lucas 22:30)
Cántico de ascenso gradual. Bendigan al SEÑOR todos los siervos del SEÑOR, Los que sirven por la noche en la casa del SEÑOR. (Salmos 134:1)
Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. (Lucas 2:25)
a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos. (Filipenses 3:11)
Los que están en la casa del SEÑOR, En los atrios de la casa de nuestro Dios. (Salmos 135:2)
Sin embargo la que en verdad es viuda y se ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y continúa en súplicas y oraciones noche y día. (1 Timoteo 5:5)
Y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió a preguntar al Señor: "¿Eres Tú el que ha de venir, o esperamos a otro?" (Lucas 7:19)
Jesús les dijo: "En verdad les digo que ustedes que Me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria, ustedes se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. (Mateo 19:28)
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio, (Lucas 2:36)
Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. (Hechos 20:31)
Oí el número de los que fueron sellados: 144,000 sellados de todas las tribus de los Israelitas. (Apocalipsis 7:4)
Los desterrados que habían venido de la cautividad ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos como ofrenda por el pecado; todo como holocausto al SEÑOR. (Esdras 8:35)
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver el rostro de ustedes y que completemos lo que falta a su fe? (1 Tesalonicenses 3:10)
Con respecto a todo aquello de que los Judíos me acusan, me considero afortunado, oh rey Agripa, de poder presentar hoy mi defensa delante de usted, (Hechos 26:2)