Nueva Biblia Latinoamericana
Al oír estas palabras, el rey se afligió mucho y se propuso librar a Daniel. Y hasta la puesta del sol estuvo buscando la manera de librarlo. (Daniel 6:14)
Entonces aquellos hombres vinieron de común acuerdo al rey y le dijeron: "Reconozca, oh rey, que es ley de los Medos y Persas que ningún mandato o edicto que el rey establezca, puede ser revocado." (Daniel 6:15)
El rey entonces dio órdenes que trajeran a Daniel y lo echaran en el foso de los leones. El rey habló a Daniel y le dijo: "Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, El te librará." (Daniel 6:16)
Trajeron una piedra y la pusieron sobre la boca del foso. El rey la selló con su anillo y con los anillos de sus nobles, para que nada pudiera cambiarse de lo ordenado en cuanto a Daniel.
Después el rey se fue a su palacio y pasó la noche en ayuno. Ningún entretenimiento fue traído ante él y se le fue el sueño. (Daniel 6:18)
Entonces el rey se levantó al amanecer, al rayar el alba, y fue a toda prisa al foso de los leones. (Daniel 6:19)
Y acercándose al foso, gritó a Daniel con voz angustiada. El rey habló a Daniel y le dijo: "Daniel, siervo del Dios viviente, tu Dios, a quien sirves con perseverancia, ¿te ha podido librar de los leones?" (Daniel 6:20)

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Daniel 6:17 - Referencia Cruzada

Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. (Lamentaciones 3:53)
Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad; (Hechos 16:23)
y lo puso en su propio sepulcro nuevo que él había excavado en la roca. Después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue. (Mateo 27:60)
Habiéndolo arrestado, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro grupos de soldados para que lo custodiaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua. (Hechos 12:4)