Nueva Biblia Latinoamericana
Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús. (Mateo 27:57)
Este se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo entregaran. (Mateo 27:58)
Tomando José el cuerpo, lo envolvió en un lienzo limpio de lino, (Mateo 27:59)
y lo puso en su propio sepulcro nuevo que él había excavado en la roca. Después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue.
María Magdalena estaba allí, y la otra María, sentadas frente al sepulcro. (Mateo 27:61)
Al día siguiente, que es el día después de la preparación, se reunieron ante Pilato los principales sacerdotes y los Fariseos, (Mateo 27:62)
y le dijeron: "Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: 'Después de tres días resucitaré.' (Mateo 27:63)

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Mateo 27:60 - Referencia Cruzada

Encontraron que la piedra había sido removida del sepulcro, (Lucas 24:2)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mateo 28:2)
Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra. (Mateo 27:66)
El primer día de la semana María Magdalena fue temprano al sepulcro, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra ya había sido quitada del sepulcro. (Juan 20:1)
Y se decían unas a otras: "¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?" (Marcus 16:3)
Se dispuso con los impíos Su sepultura, Pero con el rico fue en Su muerte, Aunque no había hecho violencia, Ni había engaño en Su boca. (Isaías 53:9)