Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el hombre me llevó a la puerta, la puerta que da hacia el oriente; (Ezequiel 43:1)
y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria. (Ezequiel 43:2)
Tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro. (Ezequiel 43:3)
La gloria del SEÑOR entró en el templo por el camino de la puerta que da hacia el oriente.
Entonces el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del SEÑOR llenó el templo. (Ezequiel 43:5)
Y oí a uno que me hablaba desde el templo, mientras el hombre estaba de pie junto a mí, (Ezequiel 43:6)
y me dijo: "Hijo de hombre, este es el lugar de Mi trono, el lugar de las plantas de Mis pies, donde habitaré entre los Israelitas para siempre. Y la casa de Israel no volverá a profanar Mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones y con los cadáveres de sus reyes cuando mueran, (Ezequiel 43:7)

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Ezequiel 43:4 - Referencia Cruzada

Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines. (Ezequiel 10:18)
y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria. (Ezequiel 43:2)
Y el SEÑOR me dijo: "Esta puerta estará cerrada; no se abrirá y nadie entrará por ella, porque el SEÑOR, Dios de Israel, ha entrado por ella; por tanto permanecerá cerrada. (Ezequiel 44:2)