Entonces el hombre me llevó a la puerta, la puerta que da hacia el oriente;
(Ezequiel 43:1)y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria.
(Ezequiel 43:2)Tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro.
(Ezequiel 43:3)La gloria del SEÑOR entró en el templo por el camino de la puerta que da hacia el oriente.
Entonces el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del SEÑOR llenó el templo.
(Ezequiel 43:5)Y oí a uno que me hablaba desde el templo, mientras el hombre estaba de pie junto a mí,
(Ezequiel 43:6)y me dijo: "Hijo de hombre, este es el lugar de Mi trono, el lugar de las plantas de Mis pies, donde habitaré entre los Israelitas para siempre. Y la casa de Israel no volverá a profanar Mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones y con los cadáveres de sus reyes cuando mueran,
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Ezequiel 43:4 - Referencia Cruzada
Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines.
(Ezequiel 10:18)y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria.
(Ezequiel 43:2)Y el SEÑOR me dijo: "Esta puerta estará cerrada; no se abrirá y nadie entrará por ella, porque el SEÑOR, Dios de Israel, ha entrado por ella; por tanto permanecerá cerrada.
(Ezequiel 44:2)